HISTORIAS VIDA

HISTORIAS DE VIDA

ah8VL5KUs3lYPILAR VALLADOLID. SE HACE CAMINO AL ANDAR

 Nací en un pueblecito de Cuenca, cerca de la Ciudad Encantada en los brazos de una madre, segura, fuerte, sencilla y con carácter y crecí al lado de un padre muy trabajador, introvertido y con recios principios. Soy la única “chica” de una familia con 3 hijos, mis dos hermanos, uno mayor y otro más joven que yo, siempre andábamos muy unidos…supongo que esa estrecha relación que mantuve con ellos, ha contribuido a esa admiración que siento por los hombres.

Recuerdo los 15 años como los mejores de mi vida…posiblemente porque en ese momento (aunque yo no lo sabía) estaba haciendo algo que marcaria el sentido de mi vida, estaba descubriendo mi vocación de servicio y mi “devoción” por las causas “débiles”.

En ese año en el que llevaba una vida normal de estudios y risas como cualquier joven de la generación de los 60 (bueno, quizá no era tan “normal”) los fines de semana se convertían para mí en algo extraordinario porque  hacia lo que me gustaba, con la gente que me gustaba!  Tuve la oportunidad de compartir mi juventud con  chicos y chicas  de varias ciudades que nos reuníamos con un fin común en un pueblecito de la periferia de Madrid, para hacer ¡teatro musical! lo que no sabíamos, es que eso nos llevaría a ser los primeros voluntarios, en un gran Hospital Psiquiátrico, y  serviríamos de apoyo todos los fines de semana, en labores cotidianas y  sencillas pero muy necesarias para ellos….Nunca lo olvidaré, fue muy apasionante y muy enriquecedor….

Estudié en un colegio de monjas, llamado Ntra. Sra. de la Providencia y he tenido la inmensa suerte de tenerla siempre a mi lado, ella sin lugar a dudas ha marcado mi incesante y trasgresor camino. Mi marcado carácter apasionado, alegre y divertido hacia que me embarcase en todo lo que para mí era atractivo. Mi primer impulso siempre era decir Sí a priori, por lo que los que me rodeaban ya sabían que antes de hablar podían contar conmigo..:-)

Desde muy joven me recuerdo, llena de sueños y proyectos que realizar. Es curioso, pero salvando las distancias, mi  vida de entonces, era muy parecida a la de ahora…Estaba llena de actividades, de ilusiones, de sueños, de proyectos de futuro….

Estudié y me preparé todo lo que puede…sin embargo creo muy en serio, en lo que he escuchado varias veces a un  amigo mío: eso de que la sabiduría no radica en cuanto sabes, sino en lo bien que sabes emplear lo poco que sabes.

Viví en Londres mas de 6 meses (otra gran experiencia) Mi primer trabajo por cuenta ajena, lo recuerdo como algo importantísimo, era secretaria en una empresa de transportes. Me dijeron que era para el puesto de secretaria de Dirección, pero en el fondo era, lo que se viene a llamar, “chica todo terreno” y fue allí, donde me  especialicé en ser un potente 4 x 4 , siempre les estaré agradecida, soy una persona muy versátil y eso me ha hecho mucho bien profesionalmente y  ha significado mucho en mi vida laboral.

A los 21 años emprendo  mi primer negocio y a los 27, me caso por primera vez…

A los 31 años emprendo mi segundo negocio  y me caso por segunda vez.. pronto, di a luz,  una preciosa hija que vive conmigo y ocupa gran  parte de mi corazón y de mi vida….

A los 39  años  me separo del mundo de los negocios. Me separo de mi segundo marido  y comienzo a trabajar en el mundo de las Fundaciones  con las que venía colaborando desde hacia tiempo…

Mi hija tenía 3 años entonces y me era imposible tomar la decisión de separarme y de separarla de su padre…tardé otros tres años en decidirme a dar el paso, me dolía mucho, muchísimo! pero al final no podía ser de otra manera,  y nos separamos. Esto, cambió mi forma de pensar, de sentir y de vivir…empecé a preguntarme muchas cosas, unas mas transcendentes y otras mas sencillas y empecé a pensar un poco en mi.. y me di cuenta, de que durante todos estos años había cometido algunos errores en mis relaciones… Me habían educado para ser una mujer fuerte, paciente y perfecta, y yo lo único que quería, era ser una mujer normal.

Por primer vez en mi vida, había tomado conciencia de mi misma, y junto a mi hija, estaba dispuesta a salir adelante y a poner mi mejor cara, al mundo…. había sonreído, llorado, experimentado, aprendido, sufrido, amado, luchado,….pero sobre todo había vivido…

He pasado por duelos, pérdidas, recuerdos, noches sin amor, celos, inseguridades, manipulaciones, soledades,  miedos y fantasmas, pero todo ha tenido una razón de ser y he de agradecer al Cielo, ese punto de reflexión y análisis, esos amigos que siempre están cerca y sobre todo esa fuerza interior que hace que remonte una y otra vez ante cualquier adversidad.

Evidentemente, me he vuelto a enamorar algunas otras veces y en cada encuentro he descubierto el entusiasmo y la inocencia del primer amor. Cada amor ha sido irrepetible, especial y único y con cada adiós he sentido un dolor único también, que me ayudaba a ver que  cada día estaba más cerca del amor verdadero, ese amor, que uno debe sentir por sí mismo, para poder amar de verdad al otro…

Nuestro hogar se deshizo, vendí mi casa grande, y compré un “pisito pequeño” para nosotras dos..quería tenerlo todo cerca, sobre todo a ella…Empecé a descubrirme y a quererme a mi misma cada día más, empecé a saber vivir sin sentirme sola.

Soy una mujer curiosa y me gusta investigar, explorar y aprender. La música forma parte de mi vida y mis amigos también. No tengo mucho, ni tengo poco, pero para mí es lo suficiente, no necesito grandes cosas, pero disfruto mucho con las pequeñas. Mi vida no ha sido fácil, pero tampoco es demasiado difícil…

Siempre me ha gustado trabajar, sentirme útil a los demás, dar lo mejor de mí y sentirme bien conmigo misma. Durante el tiempo en el que trabajé para Vicente Ferrer, vivía mi trabajo apasionadamente y cada vez me involucraba más y más….pero de pronto surge otro cambio en mi vida…

A los 46 años, mi padre enferma, siento que necesito pasar mas tiempo con el y con mi familia, tenía mucha responsabilidad, había muchos cambios en general, nuevos equipos de trabajo.. y me encontraba físicamente agotada, sabía que algo estaba ocurriendo dentro de mí.. y de nuevo, otro cambio en mi vida..…a los 6 meses, mi padre nos deja…. y yo….dejo la Fundación Vicente Ferrer, para dedicarme al Desarrollo Humano. Después de mas de 13 años dedicados a la Fundación,  era el momento de cerrar una etapa profesional que supuso para mí una gran dedicación y un gran aprendizaje en mi vida.

Dejo el mundo de la Cooperación Exterior y durante el tiempo que mi padre estuvo enfermo, emprendo un nuevo proyecto que tiene  que ver con el Mundo Interior

Dejo la cooperación al desarrollo, y me he involucro en el desarrollo personal, dejo de “asistir” a la pobreza de oriente, para trabajar de lleno en la “pobreza” de occidente, dejo en definitiva de trabajar en el exterior, para cubrir una necesidad interior y presiento, que voy a acompañar a muchas personas a hacer realidad sus sueños.

Y a los 63 años, AQUÍ Y AHORA! me veo involucrada en un proyecto que trata de potenciar el  desarrollo humano en todos los niveles. Sin duda alguna, entiendo que en mi vida,  si hay algo que permanece continuamente… es  el cambio.

Siempre me recuerdo emprendiendo cosas, sobre todo me he dado cuenta de que emprender ha sido para mí una salida para dar soluciones a las dificultades  con las que me he encontrado en el camino. Cada vez que ocurría algo inesperado o difícil de sobrellevar, buscaba dentro de mí y daba rienda suelta a la creatividad, así pues, me he pasado mas de la mitad de mi vida organizando actividades, emprendiendo negocios, conectando amigos, diseñando proyectos…..y me gusta llevar a  cabo todo aquello que tengo en mente. Me considero una mujer de acción mas que de palabras..

A lo largo de mi trayectoria profesional me he ido dando cuenta de que me apasiona emprender y de que me resulta muy emocionante y he descubierto que lo que mas me gusta de emprender es todo lo que aprendo precisamente cuando emprendo.

Y si! me siento una mujer emprendedora, una emprendedora social…. porque creo que voy mas allá del “negocio” propiamente dicho, mas allá, de obtener dinero a cambio de ofrecer unos servicios… me implico mucho en cada cosa que hago y la vivo intensamente, como si fuese el primer proyecto, el único…Y me entrego por completo. Ese es el secreto de la vida…(al menos de la mia..)  Vivir intensamente, cada momento, como si no nos quedase tiempo para nada más..o como diría la canción …como si fuera esta noche la última vez..

En este momento y después dirigir varios negocios y ONGs,  lo que verdaderamente me importa es que lo que hago sea realmente UTIL para las personas, y sobre todo, que lo que hago, le aporte algún VALOR en el día de hoy ó de mañana a mi hija….

Por lo que mis años y vivencias me han aportado, cualquier idea o propuesta que se enfoque en el despertar interior del Ser humano; cualquier esfuerzo que se realice por ayudar a que cada persona descubra su Grandeza Interior y dirija sus actos desde ese divino lugar, aportará a todos los niveles unas posibilidades infinitas de cambios sociales.

El proyecto de desarrollo humano, en el que estoy involucrada en este momento, tiene que ver de alguna manera con el CAMBIO SOCIAL,  pero sobre todo tiene que ver con el bienestar, con la calidad de vida, con la salud, con el desarrollo, con la evolución…. y por supuesto, tiene mucho que ver con mi “historia personal”.

Pilar Valladolid

Emprendedora Social

639af23831732d3cec36ca36df86cefd_sMaria Villarroya – Silencios cantados

 Empecé cantando jotas y rancheras. Tenía 12 años, ilusión y coraje, y mi guitarra me permitió expresar lo que no me atrevía a decir hablando.

Inicié un viaje musical a través de mi, como aquel que escribe su diario íntimo y personal…

Las canciones crecieron conmigo. Hablaban de desamor, del miedo, de una adolescente tímida que abría sus alas para ser comprendida…, y la música me ayudó muchísimo.

La guitarra era mi mejor amiga, mi aliada, la amiga que escuchaba calladamente, que me cuidaba por dentro y extraía de mi ese tesoro escondido.

De lo que vivía, llenaba libretas y cuando llegaba la noche, escribía y escribía, y los poemas pedían ser cantados…. Esas canciones me llevaron a festivales, conciertos, residencias de ancianos, hospitales, medios de comunicación…

Y apareció una discográfica, y grabé dos discos de la mano de varios compositores. Después entré en el mundo del Teatro, del Musical, estudié en Londres…, mi repertorio había cambiado. Interpretaba la historia de muchas mujeres y cantaba desde el corazón de ellas, y disfruté muchísimo, y me emocioné con tan bella música.

Me casé, tuve dos hijos y paré y me respiré y asenté lo aprendido, pero buscaba más, me hice miles de preguntas que no encontraban respuestas. Los castillos se cayeron…, los cimientos no se sostenían.. ¡!!Todo era tan vulnerable!! E inicié un viaje transformacional de mi alma descendiendo a los infiernos, que me esperaban para despertarme.

Durante este tiempo perdí la Voz, lo que mas amaba, y sentía que junto a mi voz, también me perdía Yo. Pedí que no volviera hasta que mi canto tuviera el sentido verdadero. Me planteé quién era, para qué había venido, cuál era el propósito de mi vida, para qué y por qué cantaba y desde dónde cantaba. Si recuperaba mi esencia, recuperaría mi Voz, y así fue.

Mi Voz era el baremo y ella sabría guiarme… Ahora mi voz vive conmigo…, viajamos juntas.

De ese Silencio profundo nacieron los primeros poemas y canciones de lo que hoy es “Silencios Cantados”. Los fui acariciando lentamente, con el respeto que se merecían, como un volcán en erupción, irrumpían de lo más profundo de mi Ser… Como una Madre cuida de sus hijos. No era yo quién cantaba, era el Corazón desgarrado y herido que permitió soltar todo lo que me impedía avanzar. Debía desandar lo andado.

La Voz se iba recuperando lentamente y fueron viniendo más y más poemas y canciones, como piezas que formaban el mapa que se iba mostrando alegremente en mi camino. Fue entrar en la magia, volver a creer en mi, en el talento que se me había dado, volver a confiar en ser Dueña de mi Vida. Cada vez que cantaba, la energía que se generaba, me sanaba y decidí que no me lo podía quedar para mi, y debía compartirlo.

Cogí el toro por los cuernos, era tiempo de materializar los sueños y reordenar mi vida a través de estas canciones y empezar a Vivir y a gozar de tan deseado momento.

Permití con ellas desnudar mi alma y ser como un canal para despertar más almas.

Empecé reuniendo a gente en casa, y lo llamé “Cafines” (concierto con café y con afines) y di a Luz Silencios Cantados. Y ahora puedo expresar desde mis entrañas…, “como lo he vivido, lo canto.

Más tarde lo presenté en Madrid y aparecieron Congresos, Jornadas, Cursos con los que colaborar con este Proyecto, y me di cuenta de que Todo este Viaje, es una Misión que nace del Amor Incondicional, sin Miego, ahora que Soy, que Vibro y que Siento…

Silencios Cantados están vivos, crecen y se desarrollan y visten mi propia vida. No son míos, pertenecen a cada uno de los que escuchan profundamente, con el corazón su verdadero sentido, para recordar quiénes somos y para qué hemos venido.

Y, como digo cantando…

Y si Despiertas

Sueltas todas tus Guerras

Y Naces de nuevo

Y eres Libre, como el Aire en esta Tierra…

Porque tu Corazón contigo Despierta y

Por fin… Vuelas!!!!

Para mi es un privilegio expresarme a través de las alas de mi creatividad y saber que estas canciones están llegando a los demás y ayudando en los procesos de cambio de la humanidad, para vivir, definitivamente, en la Energía de Amar.

María Villarroya

Cantaautora

www.mariavillarroya.com

b28583042693d16cf6a0fb14d253e933_sPILAR R.CAJAS – Viviendo desde el corazón

 Llevo casi 15 años desarrollando la profesión de Life Coach, Coach para la vida. Anteriormente trabajaba en la Administración pública, pero cuando comencé mi formación como Coach, descubrí mi verdadera pasión y sin perder tiempo comencé a practicar y practicar y en cuanto me certifiqué comencé a trabajar en ello.

Actualmente estoy certificada por uno de los organismos internacionales que avalan la profesionalidad de sus Coaches Profesionales, es la International Coach Federatión, ICF, con Sede principal en EEUU. Y en España estoy certificada por ASESCO una de las primeras asociaciones creadas en España para dar garantía de la profesionalidad de sus miembros. Participe en la primera Junta Directiva de esta Asociación en sus inicios.

Por otro lado llevo casi 20 años practicando Yoga, y hace unos años decidí ampliar mis conocimientos sobre el mundo del Yoga: filosofía, anatomía, respiraciones, alimentación y meditación. Para mejorar mi propia práctica, comencé en esta profundización en India y continué aquí en España. Como digo, inicialmente lo hice solamente para mi propia práctica, pero para los exámenes necesitaba demostrar que podía dar una clase, y comencé con una compañera a dar clases gratuitas en la playa, y descubrí así que estaba totalmente alineado con mi otra vocación-profesión, el Coaching y que disfrutaba mucho con ello y mis alumnas se sentían muy bien. De esta manera continué dando clases de yoga en un gimnasio. Esto fue hace casi 5  años.

De esta manera fui uniendo el Coaching y el Yoga en mi trabajo, tanto en sesiones individuales como en las clases grupales.  Y creando un método totalmente fusionado.

Actualmente imparto clases de “CoachingYoga” y Meditación, Mindfulness y Vipassana,  en un centro de Yoga “Marbella Body Mind.

Por supuesto además de la formación de Coaching y de Yoga, a lo largo de estos casi 15 años, he ido formando en diferentes disciplinas, todas ellas como herramientas para ayudar mejor a mis clientes. PNL; Expresión Corporal y Movimiento Consciente, Coaching Sistémico y organizacional, Psicología Transpersonal, meditación, …, y muchos más talleres y cursos.

Esta es parte de mi experiencia profesional como Profesional Coach, formadora y profesora de yoga:
Hospital Costa del Sol, Centros de profesorado de la provincia de Málaga y Almería.
Junta de Andalucía, Excmo. Ayuntamiento de Marbella y Benalmádena, SAFA Motor, LIMPOSAM, Gimnasio Atenas Marbella y Benalmádena, Empresa de Limpieza de Málaga, MUFACE, …, y muchas más.

Hace dos años, me tomé un periodo “medio sabático”, que utilice para viajar por diferentes países y haciendo labores de Cooperación Internacional.  Durante este periodo, que ha concluido este verano, he estado en Asia, Cuba, Senegal y por diferentes ciudades de España. Aprendiendo de las culturas diferentes, compartiendo con sus gentes y realizando tareas de voluntariado y cooperación. Por lo que actualmente estoy muy compromotida con la ayuda a los más desfavorecidos y necesitados. Intentando poner esa nota de equilibrio  y amor en este mundo tan “desequilibrado”. Ha sido un experiencia maravillosa, de la que cada día que duró, y también ahora que ya ha terminado, doy gracias a la vida por tener la posibilidad de hacerlo. Colaboro con cuatro Asociaciones, dos de ellas locales, de Marbella. Y Dos de cooperación Internacional, en Senegal.

En general hago labor de difusión del voluntariado y las diferentes posibilidades que hay de ayudar a las personas más necesitadas, bien localmente o bien en otros países del tercer mundo.

Por lo tanto actualmente mí triángulo Amoroso, en cuanto a vocación es: Coaching/Yoga y Cooperación.

Ayudar al prójimo es mi mayor alegría, compartir mi felicidad y Amar mi alma y mi propósito.

Pilar Ruiz Cajas

www.coachingydesarrollo.org

849490c006bb4d49771370ab2cc100ba_sIsabel P. Broncano – DEDICADA A LA SALUD

«Un dolor, una pena, o una dificultad compartida, es media pena, medio dolor o media dificultad»
Si no puedes avanzar en tu vida de la forma que te gustaría, si no encuentras la forma de mejorar, física, emocional, energética o espiritualmente, tal vez te sea útil saber que buscar ayuda es posible, saludable y recomendable, esa es mi experiencia. Para salir de las crisis, mejor acompañado, y si es por un gran profesional, mejor que mejor!! Y no son palabras vanas, es experiencia de vida…

Mi nombre es: Isabel Pérez Broncano y…

Una de las satisfacciones más grandes de mi vida es poder ayudar a muchas personas
Si he logrado poder acompañar a otros en el sendero de su Salud y su Bienestar, ha sido porque otros, me han permitido ayudarles a darse cuenta de sus dificultades más inconscientes y a que desde ahí,  pudieran aprender a resolver sus problemas con las capacidades que tienen en el aquí y el ahora, de asimilar lo que les sucedió allí y entonces.
He acompañado muchas veces a revisar el pasado, ese pasado que todos arrastramos cargando en nuestras mochilas patrones transgeneracionales, familiares, sociales, educacionales, raciales, etc., y que, por desgracia, además de lo que traemos al nacer, «nos tragamos sin digerir» todo lo que «nos van echando»  en la más tierna infancia.
La mala noticia es, que en nuestra niñez no teníamos capacidad para reflexionar, elegir o rechazar, éramos inmaduros: racional y emocionalmente. La buena noticia es, que ahora, de adultos, si tenemos esa madurez, esas capacidades, aunque a veces sin desarrollar del todo; y aunque por supuesto ahora, si podamos elegir si quedarnos con lo «tragado sin digerir» o trabajar en ello para comprenderlo, asimilar lo asimilable o rechazar lo innecesario o perjudicial, a veces, las cargas del pasado nos impiden avanzar…

Como muchas otras personas y terapeutas, yo  también fue “monaguillo antes que fraile”, pasé por muchas consultas Naturistas buscando solución a los problemas de salud, que la medicina tradicional no lograba resolver y finalmente, me atrajo tanto, que me convertí en una experta terapeuta.

Tuve que cambiar mi forma de: pensar, sentir y hacer; mi alimentación, mi ocio, mi trabajo, mi pareja… Lo cambié todo, pero no de golpe, ni de la noche a la mañana….
Aunque si, lo cambié todo!!

Comencé a formarme como Neurópata y Terapeuta Gestáltica y me especialicé como Reflexoterapeuta Podal Integral.

Han pasado veinticuatro años desde entonces y ahora, puedo decir que salí muy fortalecida de aquello y que llevo muchos años tratando con muy buenos resultados a otras personas que al igual que yo, tienen problemas de salud o dificultades en su vida.

Sé por experiencia propia del sufrimiento humano en primera persona, y también sé  que uno es capaz de reinventarse y hoy vivo dedicada en cuerpo y en alma a ayudar a aquellos que necesiten y quieren tener una vida llena de salud y bienestar, y lo hago utilizando todo lo que personalmente me sirvió para vivir una vida plena, saludable, llena de bienestar y prosperidad.

Para ayudar a otros utilizo una terapia multidisciplinar, un conjunto de «herramientas» naturistas que logran que mi terapia sea un 7 en 1: Naturopatia, Dietetica y Nutrición, Gestalt, Autohipnosis, P.N.L y todo ello mezclado con un tratamiento de Reflexoterapia Podal Integral que te encantará por su gran capacidad de relajación y de bienestar.
Yo pongo mis conocimientos, las herramientas y el corazón y, si tú quieres, te llevas los resultados!!!

Isabel Perez Broncano
Directora, Terapeuta y Profesora de Ranvvai Centro de Terapias Naturales y Escuela de Reflexologías. Autora de Reflexoterapia Podal Integral.
Naturópata, HipnoTerapeuta, Terapeuta Gestáltica.

www.ranvvai.com

28Manuel Atienza – Mi sentido de la felicidad

 Supongo que pertenecer a una familia de ascendencia humilde tiene sus ventajas. Muy pronto en mi infancia decidí que si quería más de lo que mis padres podían ofrecerme tendría que buscarlo yo.

A los 15 años ya compaginaba trabajo y estudios y fué, en este periodo, donde forjé mi carácter emprendedor vendiendo bocadillos en el recreo del instituto para financiar el viaje de fin de curso.

Dos años más tarde los estudios quedaron postergados y comencé a trabajar de botones*1  en una gestoría, por lo que mi colocación en el mercado laboral, a jornada completa, se efectuó por la puerta grande, dada mis limitaciones sociales y mis escasos estudios cualificados. No obstante, era una época en donde el maestro enseñaba al aprendiz y éste fraguaba su profesión de forma práctica.

En edad de hacerme hombre*2  fui llamado a filas para prestar el servicio militar obligatorio. Allí aprendí otra gran lección: el poder de la intención y la perseverancia. Me dije a mí mismo: “Tengo que salir de aquí como sea”. No me extenderé con los detalles, pero al cabo de 80 días abandonaba el cuartel con lablanca*3  en la mano dispuesto a comerme el mundo.

A los 27 años, experimenté una enorme decepción. Había seguido los pasos que me enseñaron para alcanzar el éxito y después de estar allí, descubría que no era como había imaginado, Así que puse a la venta todas mis pertenencias y emigré a EE.UU. buscando, inconscientemente, algo que diera sentido a mi vida.

La persona que regresó de EE.UU. algunos años más tarde había descubierto, entre otros, que el trabajo, además del sustento económico, debía ofrecerte salud emocional. Tan importante era uno como otro y estaba dispuesto a obtenerlos en mi trabajo o profesión.

Mi determinación terminó ofreciéndome ambos. Bufete de abogados de gran prestigio internacional. Puesto de trabajo de alto reconocimiento social. Salario monetario muy por encima de la media. Ambiente laboral más que aceptable.

Y entonces, ¿qué pasó?

La vida volvía a ofrecerme otra de sus grandes lecciones: el sentido del trabajo. ¿Era bueno en mi trabajo?, si. ¿Hacía bien mi trabajo?, si. Me gustaba mi trabajo, si. ¿Mi trabajo cubría mis aspiraciones más profundas y estaba alineado con mis principales valores? No, no del todo.

Con el tiempo he descubierto que la verdadera felicidad laboral está sostenida en lo que me gusta llamar “La Triple S”, Sustento (económico), Sentimiento(satisfacción emocional) y Sentido del trabajo (alineado con nuestra misión y propósito personal) y que vale la pena, perseverar para obtenerla.

Manuel Atienza

Empresario. Formador. Coach.

www.felicidadlaboral.com

f028aa9496fa3ddc3ff41813ed2863c7_sGretel Ceballos – Haciendo fácil lo difícil

 Escribir una historia de vida personal no es tan fácil como parece. Es un momento que te obliga a hacer una reflexión y una introspección para contar un resumen de tus vivencias más personales de una forma sencilla, sin aburrir.

Puedo empezar afirmando que mi vida está llena de suerte y que soy una persona afortunada. Como decimos en México: «me la he jugado muchas veces»

Nací prematura, de seis meses, y los médicos no me daban muchas esperanzas de vida. Veintidós años más tarde, dejé mi natal México sin saber que, casi ocho años después, seguiría en una tierra en la que se ha convertido en mi segunda casa -mi primera casa, mejor dicho-. Se trata de España, esta tierra que adoro y de la que siempre estaré agradecida porque me ha enriquecido mucho poniendo en mi camino retos y enseñanzas, personas que ahora se han convertido en mi familia, y acontecimientos y oportunidades -personales y profesionales- que me han ayudado a conocer mis propios límites para siempre sacar lo mejor de cada una de las experiencias que me ha regalado Madrid.

Para ello siempre he contado con el apoyo de mi familia, porque estando lejos, siempre están cerca, y eso me ha ayudado a no desanimarme nunca cuando las cosas no han salido como quiero o como las planeo. Aunque parece fácil, no lo ha sido, y muchas veces he tenido que salir adelante, incluso sin ánimos para seguir luchando. Por eso, también debo estar muy agradecida a aquéllos que han hecho posible que pueda haber pisado por primera vez España: mis padres y mi hermano.

Me considero una persona con suerte, aunque la suerte realmente hay que generarla. No te desanimes ni te rindas si la primera vez que lo intentas no lo logras…. He aprendido que si de verdad no es posible hacer o tener aquello que tanto quieres o deseas -aunque sea doloroso-, lo más  probable es que el destino tenga preparado para ti algo mejor que lo que has estado anhelando. Aún así, tienes que tener fe -sea en lo que sea que creas-, porque ese ingrediente es uno de los principales elementos que te ayudarán a conseguir lo que quieras en la vida.

No te conformes. Ve a por más sin importar lo que otros piensen de ti. Sé auténtico, sé único, aventúrate. Se explica mejor en una frase de Steve Jobs que me gusta mucho: «Stay hungry. Stay foolish.»

Gretel Ceballos

bb649b5e9b78ccc3d37b687d9b2104de_sPilar Almagro – A propósito de mí

 Como he llegado hasta aquí

Desde muy joven me hacía siempre la misma pregunta ¿Por qué sufro tanto yo y los que me rodean? ¿Por qué la felicidad dura tan poco?

Vengo de un hogar con un padre maltratador y mi infancia fue muy difícil, creía que cuando me marchara de casa las cosas cambiarían, así que cuando tuve la edad suficiente para marchar, me fuí a Suiza a trabajar, pero, las cosas seguían igual fuera, y seguía sufriendo por unas cosas u otras, así que cambié de país  y de trabajo.

Durante años estuve cambiando de país y de trabajo en mi búsqueda para estar y encontrarme bien, aunque nada dió resultados. Trabaje de limpiadora, administrativa, bailarina, agente de seguros, comercial, guía turística y contable y he vivido en Suiza, Sahara Occidental, Alemania, Francia e Italia.

Tuve mi hija a los 23 años soltera y me casé a los 38 con un francés, con él sigo actualmente.

Desde mi infancia me sentí muy atraída por el Tarot leyéndolo a mis amistades y familia, estimulando el desarrollo de la intuición y la empatía. Esta afición me sirvió de base para acercarme a los demás y descubrir partes de mí que no conocía.

A los 47 años un sueño cambió el rumbo de mi vida, me di la vuelta y empecé a buscar en mi interior, todo cambió, y encontré o mejor dicho me encontró a mí la psicoterapia transpersonal en la escuela de José María Doria, esto marcó un antes y un después.

A partir de ese momento empecé una vida de servicio y todo empezó a mejorar.
Comencé a formarme de forma profesional en la escuela transpersonal, para poder servir de forma más eficaz sanándome primero a mí misma.

Una vez que terminé la formación de terapeuta transpersonal seguí formándome en Programación neurolingüística (PNL), Coaching, Hipnosis Clínica.

He hecho de la Hipnosis y la PNL mis herramientas principales y durante 7 años he acompañado a las personas que me lo han permitido en el alivio de su dolor y en la orientación fundamental que aporte sentido a su vida en mi consulta de terapia transpersonal en Málaga.

Hago varios talleres de Programación Mental ofreciendo herramienta de autoconocimiento y observación de la mente para todas las personas que quieren profundizar en los mecanismos mentales.

De todo esto yo he sido la más beneficiada, pues cuanto más ayudaba más me ayudaba y hace dos años me enseñaron la meditación con mantras que facilita parar la mente, y conocí el silencio, descubriendo la infinita paz que yace dentro de mí, desde ese momento hice de esta práctica mi prioridad, los segundos de silencio se transformaron en minutos y los minutos en horas y vi como los juicios se disolvían, descubriendo un mundo perfecto pleno de belleza y caí rendida a la grandeza de la conciencia.

He comprendido que mi propósito de vida es atestiguar en silencio lo que es.

Mi vida se ha transformado en un paseo cómodo y divertido, ya no dependo de las circunstancias, pues en todo momento soy consciente de que tengo elección permitiendo que el corazón marque el sendero.

Esta es mi experiencia, paz, dicha y gozo, en resumen Amor por todo.
Cuando me amé tal como soy, amé al mundo tal como es,
Cuando vi la perfección en mí, vi la perfección en todo lo que es.
Pilar Almagro

Psicoterapeuta Transpersonal

http://pilar-serlibre.blogspot.com.es/

83a2ea62e0f4cfa71f77de7659289685_sDavid Méndez – Historia de un caminante

 Hablar de uno mismo nunca es fácil ya que por muy genuino y humilde que uno intente ser o parecer siempre el ego hace sus travesuras…

Me llamo David, tengo 47 años y me he formado en la mejor y más exitosa de las escuelas…. la de la vida.

Yo creo firmemente que como alma decidimos estar en este mundo para hacer un trabajo concreto y así avanzar y evolucionar en nuestro viaje interior, por eso antes de nacer elegimos donde hacerlo, con quien y que acontecimientos nos ocurrirán en la vida; por lo que desde esta forma de pensar y sentir todo lo que me ha ocurrido y ocurrirá ES PARA BIEN, PARA MI PROPIO BIEN. y por si fuera poco se nos da el mayor de los dones y regalos cuando venimos a este mundo…El libre albedrío y así elegir como queremos afrontar todo lo que tenemos que vivir y experimentar…..

Inevitablemente como todo ser humano, he buscado la felicidad desde mi nacimiento (ese anhelado estado que te llena de dicha de forma continua). Aunque durante muchos años mi búsqueda estaba más enfocada en mis logros personales, he podido observar que este proceso de búsqueda externa ha sido muy necesario para mi aprendizaje y transformación.

De pequeñín era un trasto y siempre estaba metido en algún lío, o eso decían mis padres y los que me conocían.Yo ahora solo les digo que hacía esas travesuras para ayudarles a trabajar la paciencia, el desapego, etc… que fácil es verlo 40 años más tarde y con un poquito más de humor y sabiduría. Todas aquellas personas fueron un ejemplo de entrega, amor y enorme compasión y formaron parte de lo que hoy he llegado a ser y en cierta forma en lo que llegaré a convertirme.

Desde muy joven me dio por los deportes y creo que lo hacía muy bien ya que era la única asignatura que siempre sacaba muy buenas notas. El tabaco, el alcohol, las drogas, ….. no eran cosas que me llamarán la atención y de echo por algún motivo nunca las tuve y ya no recuerdo si yo no las elegí o fue Dios quien lo hizo por mi.
Me casé muy joven y empecé mi experiencia paterna con 23 años. El que hoy es mi hijo debió de adelantarse y ya estaba listo para bajar…. el tiempo no debe de existir en esos planos de conciencia. Aunque en aquellos años todo era fuerza, dirección, logros, metas, etc… el tenerlo me empezó a mostrar los que hoy considero grandes amigos y regalos como la compasión, la ternura, la delicadeza, la alegría, la espontaneidad, el amor. Fue una etapa intensa, muy intensa pero necesaria, muy necesaria.
A mis 27 años ya experimenté lo que era una separación y su correspondiente divorcio. Externamente muy fuerte, emocionalmente inexperto; el resultado como lo dicen en el lenguaje espiritual de la india “tapasya” ( proceso donde el buscador quema sus karmas)

Hoy después de 20 años siento que mi separación fue uno de los mayores regalos que he recibido ya que 2 años después conocí a la que es el amor de mi vida, mi alma gemela, mi media naranja, mi compañera de camino… y que además me dio a dos preciosas hijas que junto a mi hijo los considero grandes maestros que tengo el honor y placer de poder servir y acompañar en esta existencia.
Fue después de mi separación cuando Dios y su infinita compasión me llevaron hasta mi maestro, mi guía, mi Guru. Fue esos momentos en los cuales sabes, sientes, experimentas que en alguna forma “ has llegado a casa”. Durante un tiempo llene mi mente de todas las enseñanzas que encontraba en los libros de mi maestro e intentaba y digo intentaba porque es imposible, alcanzar ese estado de dicha que anhelaba, con la mente…. Me metí de lleno en las prácticas de la meditación, el canto, el servicio desinteresado,…. y poco a poco como se suele decir fui viendo la luz…
Fueron años de un profundo aprendizaje, donde muchas impresiones, miedos, temores…. fueron saliendo a la superficie para que los pudiera ver, observar, aceptar y trascender y dejar ese espacio libre que ocupaban para que el amor, la valentía, el entusiasmo, el contentamiento ocuparan su lugar.. y por fin pudiera EXPERIMENTAR esa felicidad constante a pesar de las circunstancias.

Durante todos esos años hasta hoy me he dado la oportunidad de dejar mi trabajo donde llevaba 16 años y montar mi propia empresa, crear la Fundación PRASAD en España y ofrecer mi servicio a los más necesitados del Norte de Bombay, viajar a India en numerosos ocasiones,  peregrinar a Santiago, a Lourdes, … , entre otras muchas aventuras ….. y crear el Proyecto Jivan Mukta para la innovación y crecimiento personal de Directivos creando un método puramente vivencial basado en la experiencia.

Al día de hoy sigo convencido que la vida es como decía un gran Maestro “el Juego de Conciencia” y en la medida en la que me identifique con todos los acontecimientos cotidianos y pretenda controlarlos, inevitablemente me veré involucrado y sufriré las consecuencias emocionales que ello acarrea. Por el contrario si solo veo este juego detrás de todo, haciendo lo que dicta mi corazón de forma práctica y ocupando esa posición de testigo, disfrutando de forma ligera y fluida de los acontecimientos y liberándome de todos los conceptos que me dicen que no soy perfecto, que no soy divino, que no soy el Ser….  podré disfrutar de mi personaje en esta existencia y disfrutar de los placeres de la vida, no por lo que son sino por lo que hay de Dios en ellos.

No quiero acabar sin compartir una sencilla pero poderosa cita;

“ El corazón, es el centro de todos los lugares sagrados. Ve allí y recórrelo.”
Bhagavan Nityananda

Que disfrutemos de la maravillosa vida que hemos elegido y seamos un ejemplo de alegría,entusiasmo,valentía y amor….
Que encontremos nuestros divinos dones y los pongamos al servicio de los demás con total entrega y desapego.
Que nuestras vidas se llenen siempre de lo mejor….

David Méndez

Empresario. Presidente Fundación Prasad España.

http://www.fundacionprasad.org/

1784e00b0b60f953190c43cb5b6689b8_sAna Buñuel – Por amor al arte

No estoy acostumbrada a escribir sobre mí, pero esta vez voy a hacerlo por si pudiera servir de algo a alguien, y en todo caso me servirá a mí misma. Porque en esta vorágine de vida que llevamos, está bien parar, reflexionar y escribir.

De pequeña me gustaba mucho cantar, bailar y tocar la guitarra. En mi adolescencia y juventud me acompañaron la guitarra y la voz pero sin más propósito que amenizar al equipo de baloncesto del instituto o cantar en las reuniones de amigas.

He tenido una vida bastante tranquila, sin excesivos sobresaltos, estudié Sociología en la Universidad, y allí también tuve un grupo rockero con el que nos presentamos al “1er concurso de Rock Villa de Madrid”!! Nos llamábamos “Me muero de ganas”, y es que cuando se es joven se tienen ganas de todo, ¿verdad? Bueno, pues de “madurita” también, solo que se tienen ganas de cosas diferentes y de forma diferente.

Cuando las cosas empezaron a complicarse, en el mejor sentido de la palabra: estudios en el extranjero, oposición a la Administración Pública, matrimonio y dos hijos, la música pasó “al rincón”…. No sé si eso fue lo que hizo que me fuera “apagando” poco a poco, pero la verdad es que mi vida de pareja se fue a pique y una ruptura fue el comienzo de una nueva etapa y un redescubrimiento de mí misma.

Necesité alguna terapia de ayuda para superar esa fase de confusión: y no olvidaré el día que el acupuntor al que acudía me dijo: “estate atenta a lo que hay a tu alrededor, escucha, y ya verás”. No sé si fue casualidad, pero esa misma noche, me llamó una amiga invitándome a participar en un coro de una escuela de música del barrio. Y escuché y fui.

El primer día estaban preparando una canción africana, a cuatro voces, y la emoción que experimenté, al borde las lágrimas, me acompañará siempre. Me dí cuenta que había olvidado lo que realmente me gusta hacer, cantar, vivir la música a través de mi cuerpo y con todo mi ser.

Ocurrieron otras casualidades, como que me encontré, en la fiesta de fin de curso del cole de los niños (a los que él también llevaba a los suyos), con el guitarrista con quien en los años 80 había cantado música brasileña. En este caso fue causalidad, porque retomamos los ensayos interrumpidos durante más de 20 años y comenzamos a actuar en bares de Madrid.

Hoy por hoy, estoy felizmente casada de nuevo, y compatibilizo mi trabajo como servidora pública en el ámbito de lo social, con mi “carrera” semiprofesional como cantante de música brasileña, género con en el que mantengo una especial conexión personal (¿quizás de una vida anterior? Jajaja).

Ana Buñuel

Doctora en Sociología y Cantante

2d3adfa8352a656a606912bf6acf7119_sAsunción Rodriguez – Todo es posible

 Nací por “accidente” ….Pero la vida me hizo saber que era bienvenida.

Fui buena estudiante y atleta de competición olímpica. Terminé la Universidad perdiendo horas de sueño mientras me convertía en una profesional del mundo editorial y un día, cuando empezaba a creer que el mundo era mío, un accidente me dejó el cuerpo marcado para los restos.
Aceptarlo no supuso un gran esfuerzo, porque la perspectiva de que me cortaran una pierna  si la gangrena no se podía contener era la peor de las posibilidades con todas las papeletas durante cerca de un mes, así que cuando todo quedó en una cojera y un dolor que me iba a acompañar día y noche, me pareció un regalo, a pesar de mantenerme en una cama de hospital por otros dos meses y medio.
Aunque ya no competía en gimnasia, practicaba muchos deportes que a partir de mis 23 años quedaron fuera del mapa debido a mi lesión permanente.
El día que me quitaron la escayola después de 9 meses apoyada en unas muletas tuve la sensación de que mi pierna ya no existía. Lloré mientras sujeta a las paredes del pasillo de mi casa intentaba dar mi primer paso apoyando lo que quedaba de ella.
Comprendí que solo con un esfuerzo cotidiano y a prueba de desalientos podría volver a caminar medianamente. Subir cada día los cuatro pisos de mi casa peldaño a peldaño, en vez de usar el ascensor, o ver la televisión sin dejar de mover lo poco que le restaba de margen a mi tobillo, fue la parte más fácil de lo que me quedaba por delante.
Aprendí que al final de la lucha siempre viene la recompensa y que el dolor se puede soportar si no se sucumbe a la tentación de ser un sufridor, pues como decía un sabio “el dolor es necesario pero el sufrimiento es voluntario”.
En mis largas estancias de hospital comprendí que lo que me había sucedido era mínimo comparado con la mayoría de los que me rodeaban y por encima de todo, la lección más importante: nadie, por mucho que te quieran, puede librar tus batallas.
La segunda lección y casi igual de importante fue que nuestros defectos, físicos o psíquicos no tienen más importancia que la que yo les quiera dar.
El yoga, la meditación y muchos cursos de crecimiento me han traído hasta mis 62 años en mejores condiciones físicas y mentales que aquellas con las que contaba a mis 23.
A los 28 pude crear mi propia empresa y a los 42, con dos fracasos matrimoniales a la espalda y toda una vida por delante para dedicarla a lo más importante, SER, dí pábulo a la creencia de que ganarse el pan con el sudor de la frente no es sino una maldición bíblica y decidí que era hora de retirarse.
Puede parecer que esta es una tarea fácil pero lo cierto es que ahí sigo, procurando crecer por dentro porque los 156cm que la naturaleza me ha regalado no son elásticos pero mi mente sí lo es.
Mi familia, mis amigos, el yoga, el canto, el trabajo de voluntariado y el bridge son mis dedicaciones principales sin haber abandonado nunca mi pluma ni mis pinceles.
Ya no cojeo y el dolor desapareció un día sin yo darme cuenta porque mi vida y él eran ya uno sólo y coexistían en perfecta armonía.

Todo es posible si yo creo que lo es.

Asunción Rodriguez Sobrino

Escritora

constelacionar.blogspot.com.es

d335a46ccafcb6d32adb1610bbd0629b_sCarmen Ramos – La vida

 BREVES PINCELADAS DE UNA HISTORIA DE VIDA

La vida, esa vida que nos seduce y nos envuelve, a veces entre algodones, a veces entre harapos, pero siempre sorprendente, con su halo de misterio e irresistible encanto. Si no creyese haber nacido, seguiría soñando desde ese espacio atemporal, donde habita la conciencia sin el ropaje del ego, nacer y hacerlo aquí y ahora, justo en este momento y en este precioso puntito azul perdido entre incontables estrellas y galaxias: el planeta tierra, el lugar donde habitan los mejores sueños del Universo y dónde también,  residen los míos.
Y este personaje soñado en el que me convierto, gustaba desde niña llenarse de azul los sentidos, escondiendo la cabeza entre sus piernas para contemplar un hermoso cielo limpio y luminoso por el que surcaban su vuelo unos ángeles blancos: las palomas. Anidaban en los viejos tejados de la casa de mi abuela, el hogar de mi infancia, de una familia de gatos y de mis fantasías.
Tenía prisas por hacerme mayor para elegir mis propias obligaciones y responsabilidades. Me había tocado el papel más difícil en la obra en la que estaba representándose mi vida, ser la hija mayor y por ende, la que más a mano tenía mi madre, para que cuidara de mis cuatro hermanos -los hijos que nunca parí-. Ese cargo impuesto me dejaba poco tiempo para sentirme tan niña como ellos y reclamar mi derecho a disfrutar en la misma proporción, de sus  juegos y travesuras; así, que aprendí desde una edad temprana, a usar mi mejor recurso para evadirme y elevarme hacia otros planos desconocidos: mi imaginación. Con ese mágico poder comencé a escribir poesías y pequeños relatos en mi adolescencia. Años más tarde, aprendí a rasguear una guitarra y me puse a componer y a cantar canciones protesta, que se rebelaban como un claro indicativo de rechazo, hacia un mundo que ya se me antojaba extraño y ajeno a mi verdadero origen.
Los libros de Herman Hesse, Richard Bach, Osho, Gurdjieff,  Krishnamurti… se convirtieron en mi mayor descubrimiento y también, en los mejores compañeros de viaje. Fueron, sin duda, una guía certera para avistar el rumbo hacia el único lugar a dónde quería llegar: al conocimiento de mi misma.
Y surgieron las preguntas, y las respuestas, se convertían en más preguntas sin respuestas y tenía la sensación de girar sobre mi propio eje, como la tierra que  sostenía mi existencia.
En algún momento la mente se preguntó a si mima: ¿Y quién eres tú? y el observador se desveló como lo observado, lo que me llevó a deducir que no era la protagonista de la película de mi vida, sino la pantalla que la proyectaba, la conciencia que observa lo que acontece, el vehículo, a través del cual, se expresa la energía inagotable y transformadora de ESO que era, que soy, que creo que somos. ¿Y con qué intención?  Realmente con ninguna, solo se trataba de un juego, un inocente juego, aunque ese juego se percibiera a veces peligroso y cruel y me pusiera inesperadas zancadillas que me arrojaba de bruces contra los desafíos del ego.
Y duele, claro que duele, que la protagonista de la historia que crea mi mente, sufra carencias, necesidades, separación, miedo, culpabilidad y desafecto, pero también ese sufrimiento es elegido y pasa, como pasan las páginas de un libro que leemos y que también, escribimos nosotros.

Entonces, ¿qué hacer? me pregunto y  de nuevo esa voz que no procede de ninguna parte, me dice: NADA, porque TODO, está hecho y lo que ES, no necesita de ti, para existir, porque tú no eres lo que crees ser, ni lo que experimenta tu cuerpo físico y mental. ¿Y qué, entonces? Cada entidad imagina algo, al que le asigna un nombre y también una imagen en la que cree y  hasta idolatra, pero incluso el creer que no haya nada, es también otra creencia que forma parte de este fantástico sueño, al que llamamos vida.
Y soñé, que vivía en un planeta llamado Tierra y que tenía una imagen, un nombre, un propósito, un inicio y un fin y  que en ese sueño, me sentía limitada, carente, insuficiente, vulnerable y débil; y que temía, sufría, enfermaba y moría, pero también, soñaba que era próspera, fuerte, sana, segura, confiada y feliz y que gozaba de una vida plena y maravillosa. Elegía lo que quería soñar, era la creadora de mis pensamientos y estos, me obedecían manifestándose como reales en ese espacio onírico.
Mi apego a la vida, es el apego a la creencia de que la muerte es su final, pero esa es la angustia del ego, que se resiste a desaparecer. Sin embargo, ¿qué sucedería si tuviera la certeza de que incluso este ego, forma parte también de este sueño que percibo tan real? ¿Qué quedaría? La respuesta no puede dármela la mente, porque ella se cree inseparable de mi supuesta naturaleza humana y todo lo humano, es ignorante y limitado; sin embargo, a veces, me sorprende una sensación indescriptible, una breve ráfaga de luz que ilumina mi conciencia y que me hace sospechar, que esa energía que me sostiene y me transforma, puede que tenga que ver con eso que humanamente, llamamos: AMOR.
Carmen Ramos

fbe2e35f95ea5c79210d03e49f2b80a6_sValentina Barriuso – La vida y sus planes

 Siempre me he sentido agradecida a la vida. Soy la segunda de siete hermanos, mi madre me dio la luz el 22 de enero de 1946. Era alegre, bulliciosa y con una enorme curiosidad por casi todo. En términos generales, sigo siendo así. Estando interna, a los 12 años, tuve una otitis que fue atajada con un exceso de terramicina que  me perforó el oído derecho, tuvieron que hacerme una trepanación. Atajaron la infección, cercana a las meninges, pero perdí el oído.  Durante mi estancia en el hospital de Valdecilla, en Santander,  un niño que estaba en mi misma planta murió. En aquel momento supe que la vida era un regalo… Nunca sentí complejo por mi sordera, -o al menos no lo recuerdo-.

A los 15 años comencé a actuar con distintos grupos de teatro de Burgos. En el año 1963  nos presentamos a un certamen Nacional de teatro y me dieron el premio a la mejor actriz. Al año siguiente, se inauguró  Radio Juventud de Burgos. Me presenté a las oposiciones y tuve la suerte de sacarlas. Allí comenzó mi andadura profesional. Mi amor por la radio, venía de lejos… muchos años después, pude comprobarlo al encontrar un diario que me regalaron cuando cumplí los  10 años. Al comienzo del mismo, yo,  con una letra insegura dejaba a plasmado un deseo que no recordaba. Hoy cumplo 10 años, cuando sea mayor quiero ser locutora. En el año 1969 un grupo de teatro burgalés se presentaba por primera vez al festival teatral de Siges, en Barcelona. En aquel momento era una referencia cultural importante, la protagonista de la obra se puso enferma, y había que sustituirla… faltaban 4 días. Me aprendí el papel en el autobús camino de Barcelona. Le puse mucho empeño. Y tuve suerte, me dieron el premio a la mejor actriz. De ahí salieron oportunidades para trabajar en Madrid. Dije que no, me encantaba mi vida en Burgos, mi trabajo y mi familia, pero fue mucha la presión y vine…Comencé con fuerza, oferta de teatro, radio, doblaje…Todo parecía fácil. Además conocí al hombre de mi vida, con el que me casé al año y medio. En el viaje de novios, volando a Roma noté un fuerte dolor en la cabeza. En el hospital me dijeron que había que operar, allí, o en España, porque era urgente.  En esta ocasión no solo perdí el otro oído, si no, que  me dio una parexia facial y mi cara quedó como si la hubiera pintado Picasso. Según los neurólogos me habían seccionado el nervio fácil, y no tenía solución. Nunca lo creí, e hice lo imposible por conseguir rehabilitar mi cara. No fue nada fácil. De hecho, tan solo conseguía pronunciar bien cuando estaba frente a un micrófono. Gracias a los audífonos, pude hacer, -con una pérdida de  más del 90%,-  mi carrera profesional, colaboré en obras teatrales con los mejores actores de España e hice mi mejor rehabilitación trabajando en Radio Nacional. Salía con la cara tan dolorida que a veces lloraba. Pero me sentía profundamente agradecida de ver como mejoraba. Tengo dos hijas a las que considero mi mejor regalo. Las tuve tras dos abortos. Ahora, en el otoño de mi vida. Soy consciente de que todo me ha costado mucho. Pero en aquellos momentos me veía capaz de superar todo lo que me fuera llegando. Mi ánimo decayó, al ver como a  mi marido le contagiaron una hepatitis B por una inyección… murió hace 12 años tras luchar como un valiente.
La vida te da y te quita… yo creo que en ese juego de equilibrios, es, donde uno, puede encontrar el sentido de la suya. En la radio aposté por un tipo de programas donde la dignidad del ser humano fuera protagonista.  Hasta mi pre-jubilación y durante 20 años hice el programa Contigo en la distancia y durante mucho tiempo, se emitió  el Diario de una mujer madura.  La editorial Europa Viva,  lo público en 2006 con gran éxito. Ahora, sigo aprendiendo, disfrutando, escribiendo, participando, cuidando a los nietos, queriendo a mi gente, desarrollándome como ser humano. Agradecida. Ahora todavía más,  porque poco a poco, voy siendo la persona que he querido ser.
Valentina Barriuso

13bf3ee8d2a01727d45bdca32af9aa23_sFernando Escolano – Toda una vida te estaría queriendo

 Era una tarde gris de un otoño de allá por años 50 en un Madrid que se recuperaba aun de una guerra cruel y en el Palacete de los Marqueses de Casa Riera en la calle Zurbano de Madrid, la actividad era frenética. La Marquesa había despedido a 12 personas encargadas de la limpieza pues al día siguiente se celebraba una de las fiestas de mayor calado de la alta Sociedad y Burguesía de todo Madrid.

Había que tenerlo todo a punto pues la gran cantidad de ilustres visitantes que se esperaban no era para menos, no menos de 300 y sobre todo su procedencia, Marqueses, Condes, Ministros, Directores Generales, Artistas y Mecenas del Arte y las Letras.
Doña Blanca de Aragón, daba instrucciones a la jefa de su servicio para que al día siguiente por la noche todo estuviese en perfecto estado, nada podía improvisarse.
Milagros era la cocinera del Palacete y ella era la responsable de la cena que servirían 30 camareros que serian contratados para servir la cena, estaba ayudada, claro está, por 6 pinches en la cocina, la Sra. Marquesa no escatimaba gastos pues la fiesta era muy importante no ya por su posición si no por los ilustres visitantes que acudirían esa noche a tan grandilocuente evento.
Se contrato también una afamada orquesta para amenizar la velada que transcurriría hasta altas horas de la madrugada y que sin duda todo el mundo agradecería. Así transcurría un día un tanto especial para nuestra protagonista, Milagros, que nunca imagino que esa noche y esa fiesta cambiaria su vida y la de quien escribe esta historia.
Al día siguiente bien de mañana la Sra. Marquesa llamo a Milagros para preguntarle por todo el dispositivo que esa noche se iba a montar, respondiéndole que todo el mundo estaba en sus puestos preparados para ejecutar las órdenes de Dña. Blanca y que no quería dejar nada al azar.
Dieron las 9 de la noche y los invitados empezaron a llegar, fueron recibidos a la puerta del Palacete por los Sres. Marqueses de Casa Riera, Don Gonzalo de Mora y Fernández Riera y Dña. Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, como manda el protocolo.
Todos fueron ocupando sus sitios en el Comedor Principal y en los sitios que previamente la Sra. Marquesa había dispuesto. Milagros se afanaba en la cocina para que las viandas llegaran a los comensales a su debido tiempo, daba instrucciones a los camareros que debían servir la cena a todos los comensales. La Sra. Marquesa había confiado toda la responsabilidad del evento en la Cocinera de la casa y todo estaba saliendo a pedir de boca.
La orquesta funciono hasta altas horas de la madrugada y la cena fue todo un éxito y la organización y el control del evento entre la Sra. Marquesa y Milagros la cocinera fue de un total acierto. Todo termino como había sido previsto y el éxito fue total, los Sres. Marqueses despidieron a pie de escalera a todos sus invitados y la cena siempre fue recordada por quienes a ella acudieron.
Al día  siguiente la Sra. Marquesa, Dña. Blanca, llamo urgentemente a Milagros la cocinera quería verla sin más preámbulos, aun no había llegado al Palacete de Zurbano que era la residencia oficial de los Marqueses de Casa Riera. Al poco de llegar llamo al despacho de la Sra. Marquesa:
–    Me buscaba Sra.?
–    Si, Milagros siéntese, le esperaba con preocupación……..
–    Tome asiento Milagros debo contarle algo que quizás le interese.
–    Ud. Dirá Sra. Algo salió mal anoche quizás y quiere hablarlo conmigo?
–    No, Milagros……………..¡¡¡¡ Por dios ¡!!!
–    Todo lo contrario, pero debo hablar con Ud. seriamente……………..
–    Anoche, como muy bien sabe Ud. Estuvieron en la cena el Ministro de Asuntos Exteriores D. Alberto Martin Artajo y el Ministro de Hacienda D. Joaquín Benjumea.
–    Si Ud. Misma me lo comunico el día anterior, además de otras personalidades.
–    Pues bien , …………………….el Sr. Martin Artajo me comunico que España que ya empieza a asumir ciertas responsabilidades en el marco internacional ha decidido abrir embajada en ciertos países estratégicos y uno de ellos es Venezuela.
–    ¿Y qué tengo que ver en ello yo ?…………………Sra. Marquesa……………
–    Pues que el Ministro quiere abrir embajada en Venezuela pero con gente de confianza pues este país es muy estratégico para nosotros.
–    Sigo sin entenderlo Dña. Blanca…………………
–    Muy sencillo Milagros , ese país es uno de los principales productores de Gasolina del mundo y esa es una energía que dentro de poco moverá no solo coches y camiones , si no la industria en general y España como país hermano no puede quedarse descolgado de ese avance importantísimo y debemos estar ahí.
–    Ya voy entendiendo Dña. Blanca, y que tengo que ver en todo ello?
–    Muy sencillo , Milagros , el Sr. Ministro me ha pedido que , como allí, en Venezuela ,  se va a abrir una Embajada nueva y se van a celebrar muchas fiestas y muchas cenas debido a los muchos eventos que el Petróleo va traer consigo , quiere gente que lo haga muy bien para abrir una embajada que de qué hablar a todo el mundo y necesita , Cocineros , Celadores ,Conductores , Administrativos , Diplomáticos , es decir de todo tipo de oficios para estar a la altura de todos los países que vayan a abrir embajadas allí.
–    Y Ud. Milagros entra aquí de lleno, le ha gustado mucho la cena al Sr. Ministro de Exteriores y me ha preguntado mucho por Ud.
–    Yo le he contado que lleva varios años conmigo y que es muy fiel y muy competente en su trabajo.
–    ¡¡¡¡¡¡¡ Eso es lo que busco para la nueva Embajada en Venezuela ¡!!!!!! , gente fiel y competente.
–    Y ……………..Ud. Sra. Marquesa le importaría mucho desprenderse de esa cocinera? le pregunto el Sr. Ministro……………………
–    A mi Milagros me pillo muy de improviso………………………y así de repente no supe que contestar……………………….
–    Le dije que primero lo tendría que hablar con Ud. Lógicamente y después ya decidiríamos lo que fuese necesario……………….
–    Para no andarme con rodeos Milagros, el Sr. Ministro me ha pedido encarecidamente que le pida que se haga cargo de la cocina de la nueva Embajada de España en Venezuela.
–    Se van a celebrar muchas fiestas en la Embajada y quieren alguien que lo haga muy bien y que sea responsable. España ha de estar a la altura de las circunstancias y todo se debe mirar con mil ojos y que salga lo mejor posible. Y lo que ha visto y comido aquí, anoche, le ha encantado y por eso se ha interesado tanto por Ud. Milagros y me ha pedido por favor que le pida que acepte ese trabajo en Venezuela.
–    Debe pensarlo rápido Milagros por que los acontecimientos en estos tiempos van muy rápido.
–    Me deja Ud. Muy sorprendida Dña. Blanca…………………………….., le dijo Milagros.
–    Le entiendo Milagros, es lógico, no es una decisión fácil, pero es la vida y a mi Ud. si acepta, me haría un gran favor, que yo sabría corresponder………………..sentiría perderla como cocinera , pero el Sr. Ministro y España está por encima de mis necesidades.
–     Déjemelo pensarlo Dña. Blanca………………no es fácil decidir una cosa así.
–    Le diré Milagros , varias cosas……………….Ud. cobra aquí 300 Pesetas mensuales , allí cobraría Ud. 3000 Ptas. Con todos los gastos cubiertos, además se le pagaría el billete de ida y vuelta en el barco que sale de Barcelona.
–    ¿ A dicho Ud. Sra. 3000 Ptas. mensuales?
–    Si he dicho esa cantidad, 3000 Pesetas mensuales más gastos.
–    Creo que está bien pagada Milagros……………………
–    Sí, claro que si Dña. Blanca………………………sin duda alguna………………
–    Pero tengo familia aquí , y mi novio quiere casarse ya……………………………no se………
–    Todo tiene solución Milagros, no se preocupe, a su marido, porque tendría que casarse, le daríamos un empleo en la embajada y le pagaríamos el pasaje a Venezuela.
–    Me lo pone Ud. Muy fácil.
–    Mire Milagros, el Sr. Ministro tiene mucha amistad con el Sr. Marques y nos hacemos favores continuamente, yo debo complacer al Sr. Martin Artajo y mandándole a Ud. Yo sé que le hago un favor, porque Ud. Milagros es la persona ideal para ese trabajo y yo se lo agradecería, infinitamente.
–    Visto así, Dña. Blanca………………………….
–    Iré al pueblo este fin de semana y se lo diré a mi madre y el Lunes lo concretamos Dña. Blanca.
–    Me parece bien, el Lunes lo hablamos Milagros y espero que me diga que si………
En aquella época no era fácil salir de España, debido al aislamiento internacional a que estaba sometida España por haber colaborado con las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial y solamente se podía salir en casos como este u otros de excepcional gravedad.
Milagros viajo a su pueblo, se lo conto a su madre… todo salió bien, el dinero en aquella época era mucho más que en esta y cuando dijo que iba a ganar 3000 Pts. Mensuales, nadie dijo nada en contra, era muchísimo dinero para la época.

De regreso a Madrid, al ir a sacar el billete del el taquillero le comenta que no tiene cambio, ella que no sabe qué hacer, se dirige a una persona que había en la estación, un hombre de aproximadamente su edad y le pregunta ¿tiene usted cambio?.Él, le dice que no, ella le cuenta su problema y entablan conversación.
De esta forma empiezan a saber el uno del otro y ven que son de pueblos cercanos, apenas 5 km de distancia, y con conocidos comunes. El ofrece pagarle el billete y ya se lo devolverá cuando se vuelvan a ver, y le comenta la posibilidad de ir a Madrid a visitarla antes de que se embarque. Y así lo hace, quedan en Madrid, se ven y en la cita queda prendado de ella. Y así un día de marzo de 1952 Milagros pone rumbo a Venezuela, mientras esa persona del tren, solo piensa en reunirse con ella.

El  no le dirá nada pero después de ella embarcarse, cada día el iba a ver a la madre de Milagros para decirle cuanto le echaba de menos y así de esa forma, convenciendo a la madre logro casarse con su hija y al ritmo de esas conversaciones Fernando iba planeando su venida al mundo.

La madre de Milagros, Valentina, le escribía sobre lo buena persona que era, lo que la iba a querer… y todo esto acabo en una boda por poderes. El se caso en España por poderes en España y ella en Venezuela.
Ni que decir tiene que este asunto cambio totalmente la vida de nuestros protagonistas , ya nada fue igual , muchas cosas fueron a mejor y otras se quedaron como estaban , pero nada empeoro , que es lo importante.
Después de casada, vinieron los hijos una niña y un niño y que ya casi todos los protagonistas de esta historia ya han fallecido.

Una madre es una madre y siempre te estaría queriendo…………………allí donde estés Milagros………………………………..que hasta el médico que certifico tu muerte dijo que tu vida había sido de novela y que tu vida superaba con mucho cualquier ficción.

Fernando Escolano

405e59180030ae66e24f222c655b3e31_sFrancisco Limonche – Una Vida solidaria

 Me han pedido que escriba algo sobre mí y lo hago con gusto al tiempo que sin objetividad; si bien procurando al hacerlo situarme, en la medida de lo imaginativo, en lo alto de una colina y observarme en panorámica.

Nací en Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real, el día 10 de julio de 1952. Mis primeros meses transcurrieron de bebé rollizo, del que presumía mi madre por el color sonrosado de la cara y los mofletes de pellizco.
Duró poco esto, exactamente hasta el siguiente verano al de mi nacimiento, en el que una de las típicas diarreas estacionales de aquella época me situó a una bocanada de la muerte.
Mis padres dispusieron todo para el entierro, sabiendo que apenas quedaba en mí un hálito de vida. Las sillas de un entierro cercano se fueron pasando al cuarto donde se iba a celebrar mi velatorio, cuando de repente pedí agua y me pusieron una servilleta húmeda en los labios.
Decenas de litro de suero en la barriga y una transfusión de la sangre de mi padre volvieron a darme una oportunidad de continuar en esta experiencia maravillosa que es la existencia.
No recuerdo más de mi niñez, excepto contemplar las estrellas por la noche y quedarme extasiado sintiéndome parte de ellas. Así hasta cumplir los diez años, que me fui como interno al Instituto Técnico Sotomayor de Manzanares, Ciudad Real, para hacer el bachillerato, en régimen cuartelero de duchas de agua fría y disciplina de la OJE.
Ya no volví a dejar de estar interno, salvo un periodo corto de dos años, hasta prácticamente los veintitrés, al finalizar el servicio militar.
Como es de suponer esto marcó y marcará mi vida hasta que la querida muerte me dé un nuevo aviso, quizás ya sí definitivo.
Estuve después cinco años en la Universidad Laboral de Córdoba, donde estudié maestría industrial mecánica y tres más en la Universidad Laboral de Alcalá de Henares, donde me gradué como ingeniero técnico de telecomunicación.
Aquí se encuentra parte de mi pequeña biografía en la Universidad Laboral de Córdoba:http://www.laboraldecordoba.es/alfabe/alumnos/limonche_valverde/solicitud_datos_laboral.html

Fui muy mal estudiante, apenas si tenía base suficiente para hacer una ingeniería; de hecho de un grupo de unos cuantos que comenzamos acabamos un porcentaje mínimo, probablemente el diez por ciento, en el terrible tránsito de mecánica industrial a telecomunicaciones.
Curiosamente siendo mal estudiante y con expediente de aprobado, al cabo de los años estuve a punto de ser decano nacional de los ingenieros técnicos de telecomunicación de toda España. No lo fui; sin embargo sí que permanecí como vicedecano cuatro años, al tiempo que relevista por un tiempo del decano, que no se decidió finalmente a renunciar como había anunciado.
Mi vida profesional ha estado circunscrita en casi un noventa por ciento a Telefónica de España, donde tuve la fortuna de ser gestor de proyectos sociales y experto en telecomunicaciones para personas mayores y con discapacidad.
De hecho con mi inglés manchego estuve seis años presidiendo el grupo europeo de operadoras en telecomunicaciones y discapacidad (telecommunications for disabled and elderly) y otros tres como presidente de dos grupos hispanoamericanos en discapacidad y telemedicina (AHCIET , http://www.ahciet.net/ )

Durante mi etapa como gestor de proyectos sociales hice decenas de viajes por Europa y America, donde me hermané con el sentimiento universal de humanidad para con mis hermanos diversos o con discapacidad.
En total veintiséis años de mi vida en una empresa que todavía conserva una fuerte vocación social.
Hice pinitos para estudiar Físicas por la Uned pero al final me puse a escribir novelas. Publiqué entre quince y diecisiete libros, no tengo claro el número. Me he mudado muchas veces de casa. Curiosamente los libros míos que más triunfaron fueron los relacionados con las telecomunicaciones. Alhambra me publicó el primero de todos en 1987 y se pudieron vender 5000 ejemplares de una atacada, distribuidos además entre las principales librerías. No obstante para uso interno en Telefónica, de alguno de mis manuales de servicios de telecomunicaciones se distribuyeron decenas de miles de ellos.
Desde el año 2000 no he vuelto a escribir, excepto un capítulo de un libro sobre hogar digital en el 2007 y otro autoeditado en este 2014 titulado actitud ante la búsqueda de empleo y ante la vida.
En una ocasión se me encomendó en Telefónica asesorar al Padre Angel de Mensajeros de la Paz http://www.mensajerosdelapaz.com/, para la puesta en marcha de un teléfono nacional de atención a la soledad de las personas mayores, Teléfono Dorado. Esto abrió una puerta inesperada y maravillosa de colaboración social que todavía continúa. Cualquier invento de bienestar social relacionado con las telecomunicaciones que yo le propusiera al Padre Angel salía adelante, Misa para Cooperantes por Internet, Teléfonos Dorados en distintos países; Internet para Mayores; perros adiestrados para coger el teléfono con la boca y marcar con la pata – bendita Bárbara Napier, que nos ayudó en ello http://animoaat.blogspot.com.es/; recuerdo emocionado, descansa en paz-…
En una ocasión le hablé al Padre Angel de Vicente Ferrer y quiso conocerlo. De la colaboración de estos dos seres increíbles nacieron proyectos hermosos, así como el primer acercamiento a Internet de la Fundación Vicente Ferrer.
En los últimos cinco o seis años he venido colaborando y lo sigo haciendo con Fundación Integra http://fundacionintegra.org/, en la formación en actitud o autoestima a personas con dificultades de inserción sociolaboral; demasiadas en estos momentos. Lo afortunado es que de las probablemente cerca de dos mil personas a las que he tenido el privilegio de impartir formación, la mitad probablemente ha conseguido ya una contratación.
Estoy casado con Sagrario Calzada Arija y tengo tres hijos de un anterior matrimonio. Asisto a la Universidad de Mayores Carlos III y me deleito en el conocimiento de disciplinas relacionadas con las humanidades; al tiempo que colaboro con dos de mis hijos en su búsqueda de un empleo. De tanto en tanto también salgo a hacer senderismo los miércoles por la sierra.
Busco sin prisas pero con urgencia una llave que me permita abrir el cerrojo de este velo que aún me mantiene sin entender muy bien tanto el malestar de mi pequeño mundo como el del mundo grande. En esas estamos a ver si acierto con las vueltas.

Francisco Limonche Valverde

http://limonche.blogia.com

2b3803cda6afb35055d78daf226575a8_sHelena Olcina – La resilencia de mi vida

 Soy Helena Olcina,  una emprendedora de 33 años y fundadora de dos empresas, lanuevaweb Innovación y LNW Networking.

Cada uno de nosotros, por suerte y por desgracia, hemos sufrido a lo largo de nuestra vida periodos dolorosos, los cuales, si sabemos utilizarlos correctamente se convierten en herramientas infalibles para el logro de nuestros objetivos.

Mi infancia no fue fácil, no recuerdo a mi madre sana, fueron muchos años de visitas al hospital, de despedidas continuas, de miedos, inseguridades, lágrimas … y durante años, sobre todo en la adolescencia me quejaba continuamente de mi mala suerte, lo cual no me dejaba ver más allá.

Posteriormente, cuando comencé mi carrera profesional me di cuenta de que, en todos los puestos de trabajo que ocupaba era muy buena, independientemente del puesto, unos se me daban mejor que otros pero siempre con resultados muy positivos. Y que todos mis jefes valoraban siempre la capacidad que tenía para afrontar el estrés, las horas extras sin tregua, mi capacidad de lucha, de esfuerzo … hasta que me di cuenta que quizás, todos esos años de tristeza y madurez precoz ahora me estaban sirviendo para algo. Por lo que decidí trabajar sobre ello.
Busqué en mi interior en que era buena, en que sobresalía y que podía hacer con todo ese potencial que me llenara y diera sentido a mi vida, por lo que decidí emprender, crear una empresa a través de la cual conseguir el éxito de emprendedores y empresarios como yo potenciando sus puntos fuertes, una empresa en la que el modelo de negocio es que todo mi equipo gana cuando gano yo, y en la que formarse, divertirse y crear forma parte de nuestra rutina.

El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Actualmente es considerada como una forma de psicología positiva no encuadrándose dentro de la psicología tradicional.
¿Resilencia?, seguro.

Pero si ahora mismo, la vida me diera a elegir entre seguir cosechando logros a través de mi dos empresas, o poder llamar a mi madre para decirle que como hoy con ella, sin duda descolgaba el teléfono; pero como la vida no da a elegir, yo he decidido, que de todo lo bueno que reciba lo disfrutaré y aprenderé de ello, y de lo malo, lo superaré y aprenderé aún más.
Helena Olcina

760af276ee6f9b46d3f3a54c804b7c7d_sJuan L. Villazala – Creciendo día a día

 HISTORIA «DEBIDA»

Cualquier acontecimiento puede ser susceptible de cumplir su cometido por nimio que parezca, pero el tiempo se encarga de ponerlo en su lugar. Este también es mi caso.

He de remontarme a una época que ya me resulta lejana, cuando tenía unos veinte años y trabajaba en una guarnicionería (el guarnicionero era el artesano que trabajaba el cuero y que antiguamente “guarnecía” los coches de caballos). En aquel lugar, entre los quehaceres diarios se encontraba uno que era de obligado cumplimiento “escuchar la radio que habla”. Y ahí escuché por primera vez hablar de SHIATSU, una terapia de origen japonés. Era casi mágico lo que se podía conseguir con sólo presionar unos puntos que se encontraban a lo largo de todo el cuerpo, aunque lo que más me atraía era el halo de serenidad y sobre todo los conceptos filosóficos orientales que rodeaban a esta terapia.

He de decir que mi contacto con “lo oriental”, se cimentó a través de la práctica de artes marciales, sobre todo Kárate, donde cada maestro me aportó cosas importantes, pero Carlos Alonso Castillo, me descubrió que se basa en el respeto a los demás y a uno mismo, la meditación, el autocontrol, la disciplina, la autoestima y desde ahí, lo descubrí más tarde, la SALUD.

Después de escuchar esta entrevista en la radio, podría haber pasado al olvido, pero ¡hete aquí! que poco después, en un concierto del músico Paul Winter, me encuentro “casualmente” con un amigo del barrio con el que había estudiado fotografía, y que al preguntarle cómo le va la vida, me dice entusiasmado que está estudiando una cosa rara que se llama SHIATSU, os aseguro que yo no había oído hablar de “sincronicidad” pero en aquel momento yo “mu pispi” me percaté de que algo estaba pasando.

En fin, no tardé en hacerme con un libro sobre el SHIATSU, pues soy de los que piensan que teniendo una vasta cultura en las estanterías algo se pegará, ese libro sigue siendo para mí un referente, de una manera sencilla reúne una metodología de trabajo que aúna las dos corrientes principales que existen, la de Masunaga y la de Namikoshi.

Después de todo esto lo dejé un tiempo aparcado, pero como siempre hay algo que si no lo escuchas te grita y la relación sentimental que tenía entonces, no era la mejor del mundo, me dediqué indirectamente, ahora lo sé, a buscarme a mí mismo, ¿y por qué no podía ser haciendo algo que realmente quería hacer?, podría haber ido poco a poco, hacer un cursillito y ver qué tal, pero NO, después de consultar con el de la sincronicidad, me metí a un curso profesional, de tres años. La relación se acabó al poco tiempo, pero yo me encontré a mí mismo.

El shiatsu es mucho más que lo que se entreveía en aquella lejana entrevista o en cualquier libro, es, una forma de percibir la vida, durante la sesión de masaje dejas el ego de lado, realizas una escucha activa, no solo con los oídos sino con todos los sentidos, sobre todo a través de las manos, y esta percepción de poder apreciar como se siente esa persona, desde esa comunicación silenciosa ¡es espectacular!, está llena de sinceridad.

Descubrir que ese contacto, que todos necesitamos, aunque el día a día nos hace olvidar que es así, es terapéutico, y puede ser útil, no tiene precio.

Sé que el secreto de la salud es la felicidad y que a ella solo se llega desde la PAZ personal, el shiatsu contribuye de una manera muy clara.

En fin en esas estábamos, y como el tema de lo oriental y más aún el de las terapias naturales está repleto de glutamato, (esto es deducción personal, porque me he enterado de que el susodicho elemento provoca unas ansias tales que no puedes dejar de comer patatas fritas, que también lo llevan) pues ya puestos, me formé también en Acupuntura.

Los chinos, ¡ay los chinos!, no sé que tienen, el caso es que a me habían conquistado, primero lo hizo Bruce Lee, pero después fue Lao Tsé, que aunque más bajito anda que no sabía “ná”.

La metodología de trabajo de la acupuntura, cargada de filosofía, entendiendo esta como enseñanza para la vida buena, me parece un legado que me mereció la pena estudiar.

Y como no solo de pan vive el ser humano…, pues pensé que mucho masaje y mucha agujita pero al final lo hacía yo todo, y el que está en la camilla qué, ¿no hace nada?, con que con esta inquietud me preparé como monitor de Qi Gong ó Chi Kung, y de camino lo practicaba yo.

En estos tiempos en que tanto se habla de técnicas que trabajan con lo que los chinos llaman Chi o Qi, , pienso que la práctica del Qi Gong nos ofrece posibilidades muy palpables de cómo sentirnos mejores personas y más saludables, lo mejor de todo es que lo hacemos nosotros mismos desde nosotros mismos y esto es algo que tenemos casi olvidado.

Bueno, después de pasar por guarnicionero, técnico de electrodomésticos y también de fotocopiadoras, he incluso durante un tiempo las tres cosas a la vez, creo que ya es hora de dedicarme únicamente a lo que de verdad me hace crecer día a día siendo yo con los demás.

Si has sido lo suficientemente insensat@ como para leer hasta aquí, muchas gracias, te quiero y si no,… también.

Juan L. Villazala

Terapeuta de Shiatsu, Acupuntor y Profesor de Chi Kung

Jlv.chien@gmail.com

44ea8054159099b6b90b5528233befe0_sLourdes Olaizola – Una vida de transformación

 Nací en una familia numerosa de nueve hermanos, católica y cristiana de corazón, para lo bueno y lo malo….

De mi infancia y adolescencia tengo recuerdos muy buenos, risas, gamberradas, amigas, deporte, cine, viajes………………..

Llegué a los 18 años y quise ser libre, mis padres me ataron y salí por la tangente, me casé y tuve dos hijos maravillosos.
Me separé, a los tres años, sentí que no iba a ser feliz con este hombre, empezaron los problemas, eran los años 80 y época de drogas, se cruzaron en mi camino y pase los cinco peores años de mi vida, hasta ahora.

Conocí a mi pareja y marido actual llevamos 30 años………… y fallecieron dos hijas al nacer. No entendía nada porque esto me tenía que pasar a mí……………., con el tiempo adopté dos hijos, maravillosos.

Me pase muchos años trabajando de montadora de cine y TV, hasta que llegó la crisis y me quede sin trabajo.

En mi camino se cruzó el Masaje Californiano, empezó la mayor transformación de mi vida, me he empezado a quitar capas y capas, estoy sintiendo la niña que era, mi alma, no sé cómo nombrarlo, Paz, Disfrutar de la Vida, Aceptarla, Sonreír…………..

Doy amor a través de mis manos, lo creo que tengo este Don, la gente me lo comenta, antes no me lo creía, pero después de mi experiencia con el contacto consciente del  corazón, no lo dudo.

Al venir de una familia cristiana, hago voluntariado, es maravilloso tocar a enfermos para darles Amor, sentir como empiezan a respirar a través de tu contacto, a una abuelita que le duelen los pies, a un niño que está llorando y ves como poco a poco se van calmando……………..

Confío que el universo nos traiga a todos Alegría Y Amor.

Lourdes Olaizola

www.masajecaliforniano.es

a90efee6e344dfa68c9a0dcfa205b0c8_sMarian Cestau – Cuidarme para Cuidar

 De pequeña soñaba con ser profesora  de matemáticas. Tanto me gustaba la idea que cantidad de veces me «veía a mí misma»,  enseñando a otr@s niñ@s; creaba y recreaba en mi imaginación una y otra vez los escenarios ideales:  salas llenas de alumnos y alumnas brindándome toda su atención mientras yo les deleitaba con mis palabras, mis gestos, transmitiéndoles sabiduría y conocimiento. Esta, era una práctica muy habitual en mí sobre todo al acercarse los exámenes de primaria cuando repasaba las materias sobre las que me examinaría «hablando en alto y dirigiéndome a un grupo imaginario de personas a quienes yo instruía y enriquecía con mis enseñanzas».

Después de terminar el bachillerato, y siguiendo con mi deseo, fui a la universidad (a unos 240 km de donde vivía) a estudiar Ciencias Exactas (Matemáticas), dando así los primeros pasos para cumplir aquel sueño que seguía tan vivo como cuando tenía 8 años.  Antes de terminar el primer curso, recibí una noticia absolutamente inesperada que iba a cambiar por completo mi vida: mi madre, viuda desde mis 5 años sufrió un ACV (Accidente Cerebro Vascular) que le paralizó la parte derecha de su cuerpo.

Tenía 18 años entonces y, por consenso familiar, teniendo en cuenta que yo era la 3ª de 5 hermanos (mi hermana mayor tenía 23 años y la menor 12), acordamos que fuese yo quien dejara los estudios para ocuparme del cuidado de mi madre. Accedí y así lo hice ininterrumpidamente durante los 2 años siguientes, 2 años muy especiales en los que estreché muchísimo la relación afectiva con ella, porque, a decir verdad, hasta entonces no habíamos tenido mucha ocasión de «estar».

Fruto de todo lo acontecido y vivido en este período, mi vida dio un gran giro: decidí renunciar a mi sueño de ser profesora de matemáticas y estudiar algo que me permitiera ayudar a otras personas y a otras familias a sobrellevar, adaptarse y afrontar mejor las noticias y situaciones inesperadas o parecidas a la que mi familia y yo tuvimos que asimilar y aceptar. Desde entonces sentía que quería ayudar a quienes por diferentes razones estuvieran en desventaja respecto a la mayoría de la población; a quienes no supieran qué hacer, a quienes carecían de recursos……busqué algo que me acercara a quienes necesitaban de la ayuda de otras personas para algo tan básico como son las actividades de la vida diaria (levantarse, asearse, vestirse, moverse, alimentarse, acostarse….), a quienes si no lo estaban ya, tenían alto riesgo de vivir situaciones de exclusión social y por supuesto también a los y las familiares que asumían la atención, el cuidado y la labor de dispensar la ayuda que sus familiares necesitaban….a quienes tenían que afrontar, asumir y actuar, a quienes tenían que CUIDAR!!. Para conseguir esto, cambié radicalmente la orientación y elección académica e inicié un proceso formativo que continúa hasta hoy y espero me acompañe siempre.

Me diplomé en Trabajo Social, después me formé en Gerontología Aplicada y en Lenguaje de Signos. Me postgradué en Gestión del Desarrollo Local, diversifiqué y amplié el abanico de mis estudios al área de la Creación de Empresas, Capacidades Emprendedoras, Formación de Formadores… compaginando todo ello con la atención y el cuidado de mi madre (tarea compartida con el resto de mis herman@s), además de con varios y diversos trabajos, la mayoría de ellos de carácter social y comunitario: en servicios sociales de base municipales (trabajadora familiar en Servicios Municipales de Ayuda a Domicilio; responsable de programas de inserción socio-laboral); atención y cuidado a personas mayores en domicilios, residencias y hospitales; supervisora de empresas de servicios asistenciales para la tercera edad; agente de Desarrollo Local y Comarcal; formada para programas de Ayuda a Domicilio; socia fundadora y trabajadora de mi propia empresa; formadora para trabajadoras familiares en activo; directora de talleres de empleo especializados en geriatría; trabajadora social en Sao Paulo (Brasil)….

Tras mucho tiempo de estudio y diversas ocupaciones, de experiencias algunas muy exitosas y otras muy amargas tanto en la esfera personal como en la profesional… emprendí un nuevo camino, el Coaching… lo que me ha llevado a descubrir cuál es verdaderamente mi pasión, aquello que me gusta y quiero seguir haciendo. Desde hace 4 años soy Coach y Facilitadora de Procesos de Cambio y Aprendizaje.  Estoy especializada en las personas que, bien sea por motivos familiares, profesionales y/o por otras razones, se responsabilizan del cuidado y la atención de personas dependientes necesitadas de la ayuda de terceros.

Los últimos esfuerzos y años los he dedicado a adquirir una valiosísima  formación en este sentido: Mater de Coaching Integral (soy PCC por ICF), Coaching por Valores, Coaching con PNL, EFT  y otras disciplinas que utilizo y aplico en lo que verdaderamente me hace feliz y más me gusta hacer en esta vida: ayudar a otras personas a sentirse mejor, a liberarse de su malestar, de sus sentimientos de culpa, de su insatisfacción, a alinearse con sus propios valores y vivir en coherencia, a amarse, a quererse, a respetarse y valorarse… y todo esto ¿para qué?: Para que ellas, a su vez, puedan amar, querer, respetar y valorar a otr@s… porque… ¿cómo voy a cuidar bien a otr@s si primeramente yo no me cuido, no me valoro ni me respeto y no me siento bien conmigo mism@?.

Marian Cestau

Coach, Formadora y Facilitadora de Procesos de Cambio y Aprendizaje

www.mariancestau.com

e412d8c340fee3729deb11bde45f02dd_sBenjamín Machón – SENTIDOS DE LAS COSAS

 Estudié una carrera con salidas, no sé muy bien a dónde, pero con salidas: Ciencias Económicas, una carrera que hice por presión social, y porque, fundamentalmente, no tenía ni la más remota idea de qué hacer en la vida, y estudié esa, como podía haber estudiado otra diferente. Eché de menos en el instituto asignaturas como “Trabaja de lo que te gusta” o “Encuentra tu pasión”, pero como el sistema educativo obvia este tipo de entrenamientos vitales, me encaminé por una vereda que era cómoda pero totalmente ajena a mí.

Pero no todo fue malo. Haber estudiado esta carrera con salidas, me permitió, durante varios años, aprender qué tipos de trabajo no quería hacer, y de qué tipo de personas no quería rodearme. También me permitió ejercer durante 6 años de profesor de instituto, trabajo que me ha gustado mucho y que me dolió perder. Pero así fue, la crisis, los recortes, el mal hacer de los políticos españoles y europeos en los últimos años, provocaron mi salida de la educación pública.

En mi vida se me había pasado por la cabeza ser emprendedor, hasta que la tan cacareada crisis llamó a mi puerta con una no renovación de mi contrato de profesor. Ahí pensé que tenía varias opciones, entre ellas la de quedarme en casa llorando, quejándome y cobrando el paro…

Como decidí no quedarme en casa quejándome de lo mal que está todo mientras cobraba el paro, me puse a pensar qué cosas de la vida me apasionaban: el ciclismo, la cerveza, viajar, el té, salir a tomar el aperitivo con buenos amigos, etc Por diferentes circunstancias fui desechando unas y quedándome con otras, y me quedé con el té.

Y os preguntaréis, ¿pero cómo un profesor de economía en paro llega a montar una tienda de té on line? Pues muy fácil, le hice caso a esos locos que dicen que te dediques a algo que te apasiona.

Le pedí al Estado la prestación por desempleo capitalizada, y empecé de cero, dando tumbos y aprendiendo cada día. Y como todo emprendedor, estoyaprendiendo a ser flexible y a adaptarme cada día. Ya no solo vendo té, ahora además hago degustaciones enseñando y explicando a los demás la cultura del té (aquí he unido mi pasión a mi recordada enseñanza). Y muy pronto también voy a organizar el primer viaje temático del té a Asia.

El camino está resultando difícil, pero apasionante. Cada día que pasa, doy gracias por trabajar en algo que me apasiona y que, poco a poco, se va consolidando como una verdadera apuesta de futuro.

Benjamín Machón

Empresario.Licenciado en Económicas.

www.comoteencuentras.com

120c3f01fb4026d3e9108c6d85739fb6_sAnn Voli – En la plenitud de la vida

 Tuve la suerte de nacer a lado de la playa en California. Mis primeros recuerdos son de cuando corría  por la arena escuchando las olas y los gritos de las gaviotas. A los 12 años mi madre me regaló un caballo y desde entonces se me abríó otro mundo: las colinas y las praderas, las huellas de los pumas y los ciervos. Cada día era una aventura.  Tenía pocos amigos ya que vivíamos en  un lugar apartado. No me importaba, con mi caballo tenía todo lo que necesitaba.

Esta etapa de mi vida terminó cuando nos mudamos al norte, al estado de Washington,  para poder cuidar de mi abuelo. Después de un año en la universidad, me vine con mi hermano y mi madre a España para el típico “year abroad”,- la aventura de experimentar otro país y otro cultura. Nos embarcamos en un barco en Nueva York y cruzamos el Atlántico. .Una mañana me levanté y ví una isla flotando en la neblina. Era Mallorca, nuestro primer destino. Incluso antes de desembarcar me enamoré de lo que se convertiría en mi nuevo hogar: España.

Nunca regresé para vivir en América. Asistí al curso para extranjeros en Madrid, y poco después conocí al hombre que sería mi marido durante los últimos 51 años. Tuvimos 3 hijos y me dedique a ser madre e esposa. Cuando los chicos se marcharon de casa (siguiendo mi propia ruta pero al revés,  cruzando el Atlántico también ellos. ), me di cuenta que yo no era feliz, que mi vida era vacía..Probé muchas cosas: a criar perros de raza; a ser Interprete simultanea; a hacer escultura y a pintar,; a escribir como periodista por libre sobre arte para una revista de habla inglesa.

Pero no  encontraba mi camino, Empecé psicoterapia. El proceso me abrió los ojos a conocerme mejor.

Un detonante fundamental que me sacó de mi situación de insatisfacción general de una persona sin un propósito en la vida fue el huracán Mitch en Nicaragua. Uno de nuestros hijos había ido a vivir en Nicaragua. Después de visitarle y ser testigo de la miseria del país devastado por la guerra, me uní a una ONG de nicaragüenses en Madrid. Cuando ocurrió el huracán nos pusimos a la obra de recaudar fondos. En estos momentos me lleguó como un rayo la sensación de plenitud que me dio hacer algo  de ayuda a los demás.

Las cosas se fueron sucediendo una tras la otra. Me formé como facilitadora y  colaboré con mi marido y la Institución de Asuntos Culturales dando cursos de auto estima para padres y profesores.  Tomé un curso de respiración de El Arte de Vivir donde sentí un bienestar tan profundo con la potencia de la respiración que me hice instructora voluntaria. Quería compartir este mismo bienestar con los demás. Un participante de mi grupo me regaló un cursillo de coaching. Durante el curso, me impactó el poder y la magia del proceso del coaching. A continuación seguí  un masters de coaching de 3 años y recibí  la certificación del Internacional Coach Federation.

Entremedias conocí al Dr. Madan Kataria  y en su curso de Yoga de la Risa obtuve el título de Líder de Yoga de la Risa. La risa ha sido un complemento excelente que me ha ayudado a ver el lado más ligero de la vida y a compartirlo con las personas de  mi entorno.

Hace poco me certifique en el counselling para el duelo. Desde que estuve al lado de mi padre y luego con mi madre en el momento de su muerte, descubrí que tengo la serenidad y la entereza para acompañar y ayudar a personas durante momentos difíciles.  De allí ha  salido mi actual proyecto de acompañar  a personas que están pasando un duelo, aligerando el proceso con las herramientas del coaching y del counselling, añadiendo técnicas de respiración para suavizar  momentos de tensión y estrés.

Como voluntaria de counselling para el duelo con Los Camilos Centro de Escucha, ha sido  reconfortante comprobar como un buen acompañamiento puede hacer que una persona con la triste carga de la perdida puede, en un momento dado, volver a tener esperanza y ser feliz por el hecho de estar vivo. Y incluso a sonreír y a reír y empezar a disfrutar de las pequeñas cosas que la vida le ofrece.

Ahora mismo,  a mis 71 años, siento que he descubierto mi camino y la plenitud de ser de ayuda.

Una cosa fundamental para mi bienestar personal y profesional ha sido tener a mi lado mi  compañero  y marido durante  los últimos 51 años.  Ha sido una inspiración continua y constante. Aunque cada uno tenemos nuestros propios proyectos,  siempre hemos compartido los mismos valores.  Me siento tremendamente afortunada por haberle encontrado para acompañarme en este viaje de la vida.

Ann Voli – Personal Counselor

462ad80c2a24c1c5e9280ab7506654ea_sMayte Martínez – ¿A contracorriente?

 La historia de mi vida es escribir, pero me cuesta mucho escribir sobre mi vida. La cual no es que tenga nada de especial, creo que es una historia de superación y vuelta a empezar, como la de tantos otros.

Nací y crecí en una época y lugar donde las circunstancias no eran las más idóneas para ‘triunfar’.
Ya en la ‘básica’ me dijeron que no daba mucho más que para fregar escaleras. Así que estudié para trabajar, pero con idea de intentar ir un poquito más allá. Y como resultó que daba más de sí de lo que me dijeron, seguí con el bachiller, eso sí, sin dejar de trabajar. En aquel entonces, la educación no era gratis, aunque muchos ahora digan lo contrario, pero había ‘nocturno’ y era posible compaginar esfuerzos para los menos favorecidos.

Un buen amigo (“) me dijo que por qué estudiaba si no iba a poder hacer una carrera.
Pensé que para dejarlo siempre tendría tiempo. Aprobé el COU (sí, yo también fui a EGB) y me matriculé en Ciencias de la Información. Siempre había querido escribir, dudé con filosofía y letras, pero pensé que una vida inmersa en noticias, actualidad, sucesos varios, guerras… facilitarían mi camino a la escritura sin abandonar ésta.

Me dijeron que periodismo era ir de cabeza al fracaso, a las listas del paro.
Cuando acabé mi carrera, España estaba en plena ebullición informativamente hablando. Empezaron las televisiones autonómicas, después las privadas, la programación 24 h ya era un hecho (sí, tampoco hace tanto, yo tenía que esperar a las seis de la tarde, o a las cinco, no me acuerdo, para ver un globo, dos globos, tres globos y por la noche, a las doce o la una, se acabó, la imagen del Rey,  el Himno Nacional y ‘nieve’. Entre medias carta de ajuste), salían revistas, surgían ideas… Nunca me faltó el trabajo, empecé en quinto de carrera con colaboraciones, de becaria (cobrando), radio, mensuales, semanales, prensa económica, femenina…

La vida me encaminó a la prensa femenina, de belleza.
Siempre recuerdo un día en clase a una compañera, en una exposición supongo estaba haciendo el profesor sobre  diferentes medios de comunicación, que argumentó: “no estamos estudiando una carrera de periodismo para hacer los ejercicios de gimnasia en una revista”. Tenía toda la razón, en mis tiempos nadie estudiaba periodismo para eso. Queríamos ser corresponsales de guerra, descubrir tramas políticas, hacer las mejores fotos, derrocar a un presidente…
Nunca fui a una guerra ni nada parecido. Llegué a belleza por casualidad (un trabajo es un trabajo) y, pensaba, de forma temporal. Y resultó no ser algo tan frívolo como se cuenta. Me encontré ciencia, investigación, tecnología, psicología, salud, bienestar, mundo interior, amor, relaciones, paso del tiempo, vida, miedo…

Descubrí un mundo apasionante.
Tan apasionante que decidí, después de muchos años de conocimiento, acercarme al lector, oyente o espectador un poco más y contarle, cuan trovador, qué es belleza, decirle que está en su interior, que sólo tiene que sacarla, que puede ayudarse de cosmética, medicina estética e incluso cirugía, pero que si no se quiere a sí mismo, si no quiere a los demás, si no ama a la naturaleza y a su cuerpo y lo trata como se merece, de nada vale.

La gente me dice que por qué no vendo cremas o doy cursos de maquillaje.
Después de 25 años me quedé sin trabajo, ahora sí que la prensa no vive un buen momento. Cierre de cabeceras, segundo sector más afectado por la crisis, remesas de nuevas promociones en busca de un trabajo ‘glamouroso’, etc. Así que a mis casi 50 años se me ocurrió, además de impulsar mis talleres con los que llevo unos cuatro años, abrir un blog: Belleza eres tú. Aunque casi nadie lo lee, lo hago con mucho cariño, hablo de lo que sé, y lo actualizo a diario, lo cual me lleva mucho tiempo.

Y mis amigos me dicen. ¿Y por qué lo haces?

Mayte Martínez – Periodista  www.bellezaerestu.com

65eb99de7f31e7479a8853734ca0c7ac_sFranco Voli – El derecho de sentirse bien

 Hace 35 años, cuando cumplí los 50, escribí un inventario sobre lo que había conseguido en mi vida hasta la fecha.

Leyendo lo que había escrito descubrí que tenía conocimientos, título universitario, un buen empleo, una mujer muy especial, tres hijos magníficos y una bonita casa. Sin embargo, no estaba contento. Pensaba que había muchas cosas que no funcionaban en mis relaciones familiares, sociales y de trabajo y me di cuenta de que tenía un concepto de mí mismo que no me satisfacía.

No tardé en tomar la decisión de que, pasara lo que pasara, iba a explorar posibilidades y alternativas que me permitieran sentirme mejor conmigo mismo.

Como primer paso me inscribí en La Universidad de la Felicidad en Oregón, EEUU. Allí me di cuenta de lo mucho que podía hacer para estar más a gusto conmigo mismo y con los demás. Aprendí que seamos lo que seamos y hagamos lo que hagamos todas las personas tenemos el derecho a sentirnos bien y la posibilidad de cambiar lo que no funciona en nuestras vidas.

Durante el curso me comprometí a mejorar mi propia autoestima desde la perspectiva de que yo tenía el derecho de sentirme bien y que los demás lo tenían también. Comprobé que colaborando en grupo podíamos ayudarnos mutuamente a hacerlo realidad.

El estar más contento me permitió abrirme a explorar nuevos caminos para aprender a sentirme mejor de forma continua. Recuerdo una frase que me ayudó mucho en tomar mis decisiones y en asumir mi propia responsabilidad para cambiar lo que no me gustaba: Si piensas que puedes, puedes. Si piensas que no puedes, tienes razón ya que no haces nada para conseguirlo. Me di cuenta de que esto era lo que me pasaba cuando pensaba que ser feliz era demasiado dificil.

Me di cuenta de que podía facilitarme la tarea fijándome en detalles de todos los días que podía cambiar si veía que no me servían.  Poco a poco fui descubriendo como pequeños cambios pueden modificar hábitos y costumbres adquiridos en el pasado y que me impedían que me sintiera realmente a gusto con mi propia vida. Comprobé los beneficios de perdonar y agradecer. Aprendí  la alegría de reír, bailar y cantar.

Basado en mis experiencias y en los testimonios y sugerencias de otras personas escribí el  libro  El Derecho de Sentirse Bien que suplemente  más tarde con varios otros libros en la misma dirección de aceptar que tengo el derecho de sentirme bien y de que puedo hacer algo al respecto .

Volviendo a hacer inventario a mis 85 años, me encanta darme cuenta del cambio que he llevado a cabo desde mis 50 cumpleaños y de haber contribuido de alguna forma al bienestar de otras personas.

Franco Voli- Escritor – www.francovoli.com

daeaf03c78ddb214e4f37d15ced29379_sAraceli Mendieta – La vida es un gran puzle

 Nací en Madrid, en 1964, el 2 de octubre que es el día de los Santos Ángeles Custodios. La pequeña de 4 hermanos siempre me sentí querida y mimada por las personas que me rodeaban y me daban con generosidad algo que todos necesitamos: su tiempo y su atención.

Mis padres procuraron darnos una buena educación y en mi caso, descartaron el colegio que había justo enfrente de casa para matricularme en el Santo Angel de la Guarda aunque estaba más lejos. Si a ello unimos la fuerte creencia de mi abuelo en la existencia de los ángeles y a las innumerables veces que nos contó como de niño sintió una fuerza que le sujetó cuando iba a saltar sobre unas matas y le salvó de caer en un pozo, no es de extrañar que siempre me haya sentido confiada, acompañada, protegida incluso guiada, por esos ángeles que estaban ahí desde que vine al mundo.

Tuve una infancia feliz, una adolescencia sin problemas y ambas con la marca de una fuerte independencia y destellos de momentos de consciencia o “inspiraciones vitales” que aparecieron para quedarse y apoyar mi andadura vital. Confiar en que lo que ocurre es para bien, no preocuparme ni por lo que tiene solución ni por lo que no la tiene, aprender a ver la oportunidad escondida en un “problema”, defender que todo es posible hasta que no se demuestre lo contrario, y mantener siempre el buen humor riéndome de mi misma la primera, son principios que me apropié ya en aquellos años. La alegría de la música brasileña y los escritos de Rabindranath Tagore, ambos presentes en mi vida ¿por casualidad? también me sirvieron y aún me sirven de inspiración.

El colegio cumplió con nota su propósito y me dejó, además de pequeñas-grandes historias y buenas amigas, algunas inquietudes, intereses y preguntas esenciales que han marcado mi vida : la primera, la preocupación por descubrir la vocación que permite llevar una existencia con propósito y aportar algo al mundo; la segunda, otra cara de la misma moneda, la parábola de los talentos.

Encontrar la vocación no fue fácil ya que desde niña “me apuntaba a una ronda de aspirinas”. Picaflor me llamaba mi madre al contemplar mis idas y venidas entre tantos intereses: peluquera, cantante, bailarina, secretaria de dirección, fiscal, piloto…

FInalmente estudié Psicología y tuve la fortuna de incorporarme a una consultora en la que grandes compañeros me enseñaron una hermosa profesión que desempeñaban con un enfoque muy humano y lejos de la imagen meramente mercantilista que yo asociaba a esa actividad.

De modo que encontré el trabajo en el que “mis talentos” y mi propósito convergían , y desde entonces disfruto del privilegio de ganarme la vida con una actividad que me apasiona. Descubrí que mi camino era aportar mi granito de arena al crecimiento de las personas y a la formación de empresas en las que sea posible desarrollarse profesional y humanamente.

Tras 5 años, dejé la seguridad de la empresa y empecé a trabajar como freelance para ser dueña de mi agenda y dedicar más tiempo al proyecto más importante de mi vida, mis hijas, que pronto se convirtieron en mis maestras y la brújula de mi vida. Escuché en una conferencia que somos la primera generación que se enfrenta al reto de educar a unos hijos que en muchos planos nos superan…, y es cierto.

Más cambios laborales, colaboraciones con empresas, compañeros muy diversos y excelentes jefes, me fueron descubriendo nuevas facetas de este maravilloso trabajo, y aportando nuevas piezas a ese puzle que es mi vida.

El análisis transaccional, la programación neurolingüística, la formación en coaching individual y de equipos, las metodologías para procesos de cambio personal y organizativo son algunos de los temas en los que me he ido sumergiendo en estos años en esta profesión inagotable, que siempre te ofrece un campo nuevo que explorar.

En 2007 decidí iniciar mi propio proyecto profesional y cree ALMA CONSULTORES, empresa dedicada al desarrollo de personas y al aprendizaje consciente de la propia organización, siguiendo siempre un proceso que se refleja en el propio nombre de ALMA:

  • Aspiración.- Cada cambio, cada progreso se inicia porque aspiramos a algo mejor, bien sea en el plano personal, como grupo o como empresa.
  • Liderazgo.- Entendido como el compromiso con esa aspiración, con el propio potencial y con las acciones necesarias para alcanzar la meta marcada.
  • Mirada.- Evolucionar supone reconocer de manera sincera y consciente la situación actual, diseñar el camino a recorrer y validar si nos acercamos progresivamente a nuestra visión.
  • Acción.- Los resultados no dependen de la intención, sino de lo que llevamos a la práctica, y es en la acción donde todo el proceso da sus frutos.

Un año más tarde fui invitada a incorporarme a la plataforma de expertos Top Ten Business Experts (hoy Top Ten Management Spain) y como parte de sus actividades, tuve la oportunidad de colmar una vieja aspiración al escribir y publicar el libro Tan Distintos y Tan Iguales.

Este libro se convirtió en el inicio de otra aventura que se empezó a gestar cuando estaba en la facultad: acercar la psicología de la personalidad en su vertiente más práctica y despojada de academicismos, a todo el mundo, y llegar a introducirla en los colegios como parte de la enseñanza.

Creé así el modelo Enjoy DIVERsity© que a través de programas de entrenamiento busca ayudar a entender y aprovechar las diferencias individuales como fuente de riqueza y no de conflictos. El “lanzamiento” de este modelo, además me ha animado a llevar los servicios de coaching y formación que antes prestaba únicamente a empresas, al ámbito particular. De modo que con media vida a mis espaldas, sigo siendo la picaflor que mi madre veía, apasionándome por todo y añadiendo más piezas a mi puzle particular y que toma forma día a día.

Escribir esta historia, de nuevo me hace sentirme agradecida. Como dice la canción de Alaska, no ha habido ni hay “dramas en mi vida” y aunque haya habido momentos más difíciles que otros, he venido al mundo equipada con fortaleza, buen humor y la habilidad (que además he refinado con los años) de disfrutar de lo que la vida me ofrece a cada momento: el olor de la hierba recién cortada, un cielo bonito, el sonido del mar, un buen postre o la última película de George Clooney, que siempre está guapísimo.

“Siempre parece imposible hasta que se hace” Nelson Mandela www.enjoydiversity.eu

6176c11bdfbc564ec8ab329c0188939a_sBegoña Mardones – El Palacio de mis sueños

 Érase una vez una niña, como tantas otras niñas, que construía buena parte de sus sueños a partir de los cuentos que leía. Una de las fabulaciones más recurrentes era la de ser princesa y vivir en un palacio encantado, un anhelo que, como suele suceder, estaba destinado a dormir en la carpeta de las fantasías infantiles.

Mi vida laboral como funcionaria no era, desde luego, el mejor terreno para que se cumplieran aquellas quiméricas ilusiones, pero las asépticas estancias ministeriales que en principio me esperaban dejaron paso, para mi sorpresa, a una realidad más luminosa, a escenarios palaciegos muy reales en los que desempeñar mi trabajo: primero fue el Palacio de Villamejor, sede de la Presidencia del Gobierno; luego, el Palacio de la Magdalena y sus cursos de verano; más tarde la Oficina del Portavoz del Gobierno, en otro Palacio,  el de la Moncloa; de allí pasé a la revista Reales Sitios, cuya Redacción se hallaba nada menos que en el  Palacio Real; y después de casi veinticinco años en las reales estancias me trasladé a otro palacio, el de los Consejos, sede actual del Consejo de Estado.

De todos guardo un grato recuerdo, pero en especial del Palacio Real, no solo porque fue donde más tiempo pasé, sino por su grandiosidad y belleza. El Palacio Real se prestaba como ningún otro al malabarismo de ver convertido en realidad lo que solo había sido un artificio de mis primeros años. Esta dualidad se anticipaba ya en su exterior, especialmente en las mañanas de invierno, cuando llegaba a Palacio, muy temprano, y la niebla difuminaba sus contornos invitándome a soñar.  Siempre he sido consciente del don que significaba trabajar allí, en lo que había sido el antiguo Alcázar o Palacio de los Reyes de la Casa de Austria, uno de los mejores Palacios de Europa, marco ahora de los actos oficiales de la Corona. Mi despacho, un antiguo cuarto de juegos de los Infantes, se asomaba a la calle Bailén y a la Plaza de la Armería, escenario de múltiples momentos  históricos, el más reciente la boda de los Príncipes Felipe y Leticia. La jornada laboral se amenizaba frecuentemente con  los acordes de la Unidad de Música de la Guardia Real, durante sus ensayos, o en las deslumbrantes ceremonias de presentación de cartas credenciales. Desde aquellos amplios ventanales fui testigo de muchos amaneceres y también de algunos ocasos, del paso de las estaciones, de los años, a lo largo de casi un cuarto de siglo.

El trabajo en el Servicio de Prensa  y Publicaciones era apasionante: allí descubrí poco a poco la fabulosa riqueza que atesoraba Patrimonio Nacional, sus magníficas Colecciones de pintura, escultura, tapices, plata, porcelana, cristal, relojes, abanicos… y los maravillosos Palacios que las albergaban; allí aprendí a mirar de otro modo aquella realidad que me rodeaba para tomar conciencia de su variedad y riqueza. Todo me emocionaba: el trabajar en aquel espacio, los materiales que manejábamos, los facsímiles, las fotografías, los documentos conservados en la Biblioteca y el Archivo, los textos, que repasaba una y otra vez hasta dejarlos impecables para enviar a la imprenta, las galeradas, los ferros, la comprobación final del producto impreso, en aquel papel fotosensible de color azul ultravioleta donde se adivinaba lo que habría de ser la publicación definitiva, la alegría al ver el resultado de nuestro trabajo, la satisfacción de los autores cuando contemplaban por primera vez su obra, que compartíamos y celebrábamos conjuntamente.

También participábamos en las actividades musicales de Patrimonio mediante la elaboración de los programas de los conciertos, programas de mano con sello de oro y cordón azul, acordes con el nivel de sus exquisitas propuestas, entre las que resulta imposible olvidar el privilegio de escuchar los Stradivarius en el Salón de Columnas. Esta labor nos permitía acercarnos no solo al mundo mágico de la música sino al de los escogidos escenarios en los que se interpretaba: los conciertos de Navidad en la Real Capilla, o los Ciclos de Música en los Reales Sitios que se celebraban durante los veranos en Aranjuez, El Escorial, La Granja, La Almudaina…; lo mismo sucedía con las Exposiciones que se llevaban a cabo temporalmente y en las que colaborábamos con la preparación de catálogos y guías; es obligado citar por estas fechas la instalación en Palacio de los renombrados belenes napolitanos que siempre tienen una gran aceptación popular.

Llevo en mi corazón a todas las personas con las que compartí aquel tiempo: algunas se fueron para siempre; otras pasaron a distintos organismos; y la mayoría, por fortuna, aún permanecen allí. Siento un inmenso agradecimiento por el regalo que significó para mí colaborar en aquel espacio áulico durante tantos años; fue una valiosísima y emotiva experiencia de vida. Por eso, el día en que cambié de destino y tuve que abandonar el Palacio sentí una profunda pena por todo lo que dejaba atrás, pero al mismo tiempo la felicidad de haber cumplido, de alguna manera, aquel sueño infantil de princesas y castillos encantados.

Begoña Mardones Gómez

7cee367fd12ab81e6ccfd7ebc32d45ef_sJesús Millán – Si la vida te da limones, ¡haz limonada!

 Con boca de limón se queda uno cuando vive una vida muy distinta a la que idealiza, ¿verdad?. Acidulce, como ese zumo de limón depurativo de primera hora de la mañana…

Mi nombre completo es Jesús Manuel Millán Millán y nací en L’Hospitalet de Llobregat, municipio de Barcelona, el 4 de julio de 1983. Así que cada año, a la vez que los americanos celebran su Día de la Independencia, salta un dígito más en mi calendario personal. Y con el ruido que hacen en su cita anual, no fallan en recordarme que soy un año más viejo. 🙂 ¡Y que así sea por mucho tiempo!
Recuerdo haber vivido la infancia “típica” de ese momento entre los chavales de mi edad: muchas horas de dibujos animados en la tele, jugar con los amigos en la calle hasta altas horas de la tarde y llegar a casa con el chándal roto y sin pelota de fútbol. Un niño de barrio más; quizás un poco más sensible y ensimismado que el resto, pero muy querido por todos.
Fueron transcurriendo los años entre trastadas en la calle y buenas notas en el colegio, hasta que a los 13 años se produjo una circunstancia que sembró lo que luego sería un gran cambio en mi vida. Acudí con mi padre y mi hermana pequeña a ver una etapa de la Vuelta Ciclista a España a Montjuic, en Barcelona, y salí flipao. Quizás casi tanto como mi padre, quién no dudó en apuntarme la semana siguiente a una de las más auténticas y emblemáticas Escuelas de Ciclismo, el Club Ciclista Sant Boi.
Recuerdo con mucho cariño y nostalgia esa época en la que un grupo de chicos de edades dispares vivíamos en un universo paralelo y muy diferente al de nuestros iguales. No era habitual que chicos tan jóvenes trabajen tanto y tan duro por un sueño.
La perseverancia, la autodisciplina y la voluntad se convertían en los músculos más entrenados de un grupo de chicos que, entre risas y lágrimas, luchaban cada día por aterrizar al suelo el más épico de sus anhelos: un paseo triunfal por los Campos Elíseos de París tras un duro y combativo Tour de France.
No exagero si afirmo que el contorno de la ilusión de cualquiera de nosotros era mucho mayor que el de nuestros fornidos muslos; y que presumíamos de un compañerismo mejor engrasado que el de nuestras trilladas bicicletas.
Lo cierto es que entrenar esos músculos mentales con tanto compromiso y dedicación nos curtió más como personas que como deportistas, no sin pagar un alto precio por ello: la demasiado frecuente incomprensión de nuestros amigos y familiares más cercanos.
Fueron pasando los años, totalmente dividido entre mis estudios, entrenamientos y… algunas gamberradas; acostumbrándome a vivir en el límite de lo que mi cuerpo y mi mente podían soportar, hasta que decidí dejar la alta competición (que no de entrenar duro) y terminar la carrera universitaria. Aunque reconozco que en mi corazón, realmente, no lo dejé hasta muchos años después.
Ya con 24 años y diplomado en óptica y optometria, cambié de rumbo y me fui a vivir a Málaga. Movido por la necesidad de cambio y vivir experiencias nuevas, cogí las maletas y me marqué un intervalo de dos años: pues ya van cerca de ocho.
Durante este tiempo estuve ejerciendo como óptico en varias cadenas conocidas, a la vez que disfruté de muchas experiencias vitales y comunes a cualquier joven de mi edad y a las que renunciaba en mi anterior etapa de corredor. Y lo hice conjugándolo todo con una vida más bien insana, todo hay que decirlo. Esto me hizo atravesar auténticas crisis personales de las que siempre busqué ese aprendizaje.
Resulta curioso como algunas personas cargamos con una mochila muy pesada que nos ancla al sufrimiento. Una mochila repleta de complejos, creencias y pensamientos que se transforman en enseñanzas cuando logramos aprender de ellas.
Lo cierto es que, por H o por B, he tenido que transitar por el infierno unas cuantas veces para llegar a conocerme mejor y apreciar el regalo que se nos ha dado, en forma de vida. Soy de los que necesitan tropezar varias veces en la misma piedra antes de apartarla del camino. Por lo menos hasta ahora.
Pero mi naturaleza hiperreflexiva, mi curiosidad por conocer a fondo el ser humano y las ganas de mejorar como persona me han permitido descubrir que la luz y la oscuridad conviven en nosotros, pero no a la vez; y que no puede existir una sin la otra. Cada vez que ilumino una parcela de sombra de mi interior descubro un conflicto que debe ser resuelto, y eso me encanta. Me incomoda, pero me encanta. Creo que ahí está la esencia de nuestro crecimiento y reconozco que no puedo aguantar las ganas de explicarlo todo a los demás.
Siempre me ha encantado enseñar todo lo que aprendo. ¿Para aprenderlo de verdad? Tal vez. Pero siempre me ha gustado hacerme eco entre mis seres queridos, compañeros e incluso clientes para ahorrarles la zambullida en esos pozos amargos a los que se iban acercando inocentemente y del que yo salía bien calado.
Fruto de todo esto y deshaciendo un camino ya muy recorrido, dejé mi profesión de óptico-optmetrista hace poquitos meses para dedicarme a ayudar a otros a conocerse a sí mismos y desarrollar su potencial humano.
Por lo pronto, comencé lanzando un blog de desarrollo personal en el que vuelco todo lo que aprendo fruto de mi experiencia y mi insaciable curiosidad. A la vez, me encuentro cursando el Practitioner de PNL y he hecho de la lectura intensiva un hábito diario.
Hoy por hoy, todo me resulta poco para Ser un poco más quién ya Soy.
Sea como sea, cada mañana sigo bebiendo zumo de los mejores limones que me da la vida.

 Gina Ariza. Vivir en Libertad

Mi profesión me ha permitido tener un contacto diario y directo, no solo con la parte física de las personas, sino también con sus miedos, dudas, sentimientos y enfoques de la vida. Todo esto, siempre lo he compaginado con la búsqueda del propósito de vida y conseguir la plenitud  cada día. Lo que me llevo, desde muy pequeña a  realizar infinidad de actividades intentando alcanzar la perfección y el alto rendimiento, para llenar el vacío que sentía en mi interior. Creyendo que era el camino para conseguirlo.
Desde niña, supe que estábamos aquí por algo especial y no por casualidad. Y que nuestra misión es encontrar y llevar a cabo ese cometido, para a su vez, encontrar la felicidad y el sentido de la vida.
Con el tiempo, he aprendido por experiencia propia, que la vida es un camino constante de enseñanzas que hemos de aplicar y practicar para alcanzar una vida plena.
Hemos de creer en lo que sentimos en nuestro corazón, aunque todo se ponga en contra. Si perseveramos en seguir nuestros sentimientos, con el tiempo se llega a comprender el significado de aquello que nos guía interiormente. Aunque en el trayecto por descubrirlo, en ocasiones pensemos en renunciar y darnos por vencidos. Ya que los obstáculos o las dificultades a las que nos enfrentamos por proteger y luchar por lo que somos, sean a veces difíciles de soportar.
Desde niña desee ser libre, pero entonces, no entendía el significado de esa libertad. A medida que he seguido mi vida acorde a mi intuición y mis sentimientos, me di cuenta de que la libertad que deseaba, es aquella que me ha permitido ser yo misma sin depender de nada que pueda atarme o coartarme. Vivir desde mis principios y la lealtad de mis sentimientos. Respetando a los demás y  no haciendo a nadie aquello que no deseo para mí. Lo que nos da esa libertad para circular por la vida, y a su vez, ser libres de cargas que no nos corresponden, siendo honestos con  los demás y con nosotros mismos.
Durante un tiempo, en que aún no veía esto con claridad, sentía la necesidad de proteger aquello en  lo que creía, aunque no lo comprendiera del todo. Lo que me llevo durante años a ser una persona introvertida, solitaria, callada  y quizás poco sociable.
Era la única manera que conocía para preservar lo que consideraba mi tesoro (e impedir que otros lo vulneraran), ya que no era fácil de explicar. Lo que me hacía sentir sola, aunque estuviera rodeada de gente, y triste, aunque tuviera una vida aceptable. Ya que la soledad y la tristeza eran el reflejo de no sentirme plena en la libertad que deseaba y con el temor de ser señalada si me mostraba según pensaba o veía la vida. A pesar de eso,  me he sentido afortunada de estar rodeada de buenos amigos que siempre me han protegido y mostrado su cariño, aún desconociendo esa faceta de mí vida. Y aceptándome tal cual era, sin más.
Creo que el recordar esa etapa de mi niñez, me ha hecho a la vez defender la visión de nuestros niños, la cual encierra más conocimiento de la sabiduría de la vida del que podamos imaginar. Defender aquello que ellos poseen, y que no debemos perder nunca en el trayecto de la vida.Afortunadamente, el madurar y adquirir seguridad en uno mismo, es algo que nos ayuda en estos procesos. Ya que, una vez que perdí el miedo a decir lo que sentía y compartir mi forma de ver la vida, me di cuenta de que no era para tanto. Me llevó casi la mitad de mi vida darme cuenta de eso, pero ha valido la pena.
Desde no hace mucho tiempo, me decidí a compartir esa visión de la vida de manera abierta. Algo que me ha hecho sentir más plena, sintiendo que es la dirección  en la que debe dirigirse mi vida. Y haciendo desaparecer el vacío que antes no lograba llenar de ninguna manera y que no dependía de nada externo, sino, de hacer aflorar lo que me identificaba desde mi interior. Ser libre.Me baso en mi propia experiencia y vivencias en la visión de la vida, (lo que a su vez es compartido por las vivencias de otros), para desarrollar el contenido de los libros y conferencias. Nos damos cuenta, que aunque las vidas sean vividas en diferentes circunstancias, entornos y épocas; los sentimientos se experimentan de manera parecida, lo que hace que nos identifiquemos con ellos una vez que los compartimos. Y damos cuenta, de que somos humanos en la totalidad de pertenecer a la humanidad. Somos iguales en ese contexto, aunque individuos con vidas distintas.
La vida es una enseñanza constante, y el vivirla de manera honesta con nosotros mismos, basándola en aquello que nos mueve, nos conmueve y nos revitaliza, hace que a su vez podamos transmitir eso a los demás.
Aprendo cada día de cada acontecimiento y cada encuentro de mi vida. Doy gracias por la vida y todo lo que me brinda cada día. Nuestra actitud ante la vida es lo que nos diferencia a la hora de experimentar la vida de una u otra forma. Siempre dependerá de nosotros como experimentemos este camino.Fisioterapeuta. Escritora de auto conocimiento

Alberto Sánchez Bayo – Explorador del Talento y de la naturaleza humana.

 Mi historia es la de un sueño, la de un sueño que no soñé. Él me concibió y me creó sin que fuera consciente de ello. Me depositó primero en el vientre de mi madre para poder hacer mi aparición en este mundo. Cuando me di cuenta que estaba vivo no sabía a qué había venido a la vida. Sentía un anhelo en mi interior que no era capaz de entender pero que me alejaba de quienes me rodeaban. Ellos sabían lo que querían y sus intereses no eran los míos. ¿Cuale eran los míos? No lo sabía. En esta confusión transcurrieron los años escolares, al fin de los cuales encontré dos materias en las que gustosamente me evadía: la lingüística y las matemáticas.
Aquel absorbente mundo del lenguaje y la abstracción matemática apareció cuando, aún joven, se me urgía tomar una decisión sobre mi futuro académico. Profesionalmente mis intereses carecían de valor. Elegirlos volvía a posicionarme en la incomprensión y si no los elegía caía en el vacío del desinterés y la apatía. En esta apremiante situación escuché por primera vez su reconfortante voz: “eres un psiquiatra en Africa”. El sueño que me había creado me hablaba directo. Al ver la lista de los admitidos en la Facultad de Medicina, estudios que no despertaban mi vocación, una poderosa fuerza interior me llevó a matricularme en Ciencias Económicas, estudios que no sabía de qué trataban. El sueño también me hablaba durante el día a través de la metáfora de la vida. Explorar espacios desconocidos era el sendero de mi vida aunque entonces no lo sabía.
En aquella etapa universitaria además de mi compañera las matemáticas encontré la hipnosis, la puerta a la psiquiatría de la que me hablaba el sueño. Había accedido a una poderosa y desconocida dimensión de la realidad en la que explorar el potencial humano. La vida se convertía en una aventura seductora. Quería vivir esta aventura, atravesar fronteras, conocer nuevas tierras, nuevas culturas. Anhelaba alejarme del mundo conocido e ir más allá, hasta el límite de la vida. Una aspiración que me volvía a situar en la incomprensión de quienes me rodeaban terminados los estudios universitarios. Yo mismo no sabía cómo llevarla a cabo. Pasaba el tiempo y seguía varado. ¿Estaba echando a perder mi futuro?
No hallaba el camino para adentrarme en el continente negro de Africa al que debía llegar el Psiquiatra que me había dicho el sueño que era. Y el sueño me habló de un camino olvidado de peregrinos, el Camino de Santiago. Eché la mochila a la espalda y  comencé a recorrerlo desde Roncesvalles. Quien diría que unos años después esta ruta se convertiría en una vía tan transitada. Llegué a Santiago sin saber que había abierto la puerta que buscaba. Una puerta invisible que me condujo allí donde desapareció misteriosamente la civilización Maya.
No había hecho nada, y de repente esa vocación por la aventura de vivir lo desconocido cobraba forma. Volvía a ser pionero esta vez en los programas de asistencia técnica internacional al desarrollo del ministerio de Asuntos Exteriores. Lo que más tarde se conocería como Cooperación fue el camino por donde prosiguió la aventura en la que explorar el mundo. En Guatemala, EL Salvador, Uruguay primero. Luego toda América. Finalmente los Balcanes y Oriente Próximo. En todos estos escenarios viví la vida y en algunos de ellos, enfrenté la muerte. El camino de la aventura me mostraba el enigma de la vida y me descubría quien era. Y gustaba de escribír mis crónicas, mis relatos de esta iniciación a los misterios de la creación.
Contaba la historia del mundo y de las gentes que me encontraba en él, transmitía sus saberes ocultos que yacían en la memoria de las culturas, daba a conocer mis descubrimientos capaces de transformar y recrear este mundo desde las regiones ignotas e invisibles del sueño creador. Y así quiso el sueño que conociera que es lo que facultaba a mi sueño para vivir la aventura para la que había sido concebido y creado. Hizo aparecer ante mí el Don que me había conferido. La luz que arrojó aquel suceso sobre mí, transformó mi vida, la enderezó y dio sentido hasta hoy. El anhelo que había en mí cobro forma y me puse manos a la obra. El mundo organizado en torno a los dones de la creación, a los talentos de las personas sería un mundo más amable, un mundo que merecía la pena.  Teníamos un talento para hacer realidad un sueño, un sueño que nos trascendía como individuos. Ese era el sueño que nos daba vida y que anhelábamos realizar. Puse pues mi talento al servicio del sueño que me había creado.
Desarrollé “Arqueología del Talento: en busca de los tesoros personales” a partir de las anteriores ideas y con técnicas hipnóticas para acceder al inconsciente donde reside la memoria que nos ha configurado y creado. Con la hipnosis y su particular lenguaje hacía visible lo invisible. La aparición de Arqueología del Talento supuso una herejía en el mundo educativo, laboral, cultural y académico establecido. A esas alturas del camino, la incomprensión más que una adversidad solo podía ser la fuerza que lanzaría al mundo a redescubrir el milagro de la vida, a volver los ojos al don que había en todo lo creado con una mirada olvidada y renovada. Una mirada poderosa y llena de gracia, esa que había guiado a quienes transformaron la humanidad y de la que dejaron constancia. Y así ha sido. Arqueología del Talento traspasó fronteras y sigue vivo después de los años en estos tiempos acelerados de éxito efímero.
Mi historia es la de un sueño, la de un sueño que yo no soñé. La de un sueño que me creó y me dio vida, y puso sin saberlo en mi un talento para hacerse realidad. Soy un instrumento de la creación para transmitir la vida, para que otros descubran el tesoro que hay en ellos y escriban sus propias vidas, sus propias historias, esas que anhelan hacer realidad de acuerdo a los planos del sueño que son. Por eso escribo novelas, narro historias, dicto conferencias, interpreto sueños, induzco al trance hipnótico y guio en la navegación por el océano del inconsciente a quienes deciden dar el paso de vivir el sueño que les ha dado la vida. Mi historia es la de quien hace su cometido en la construcción del mundo; cumple con su misión, esa asignada por el gran sueño creación. Y llevándola a cabo no puedo más que sorprenderme y admirar el sin igual milagro de la vida.
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